Es frecuente afirmar que estamos en siglo de las comunicaciones. Ellas invaden todas las esferas de la acción humana, provocando sobreestimulaion, coincidencias grupales, estandarización, entre otros. Sin embargo hemos reflexionado poco acerca de la incidencia de este fenómeno en la conciencia, la mentalidad y las actitudes de los seres humanos, objetivos últimos del trabajo educativo.

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El surgimiento del lenguaje pictórico, jeroglífico o simbólico constituye la mayor conquista cultural de la especie humana, ya que a través de ella es posible lograr la comunicación, la discusión la compresión y la organización de los progresos científicos. ¿La humanidad paso de la civilización oral a la civilización escrita. La escritura, y después la imprenta, desafían en forma más radical al tiempo, dando firmeza al saber adquirido; se enfrentan también al espacio, proporcionando mayor divulgación en los conocimientos.

La civilización actual ha unido la comunicación escrito con las comunicaciones oral y auditiva. El hombre casi se ha hecho dueño del espacio y del tiempo, alcanzando con ello la intemporalidad y ubicuidad atribuida los dioses. Pero. ¿Qué ha pasado o puede pasar con el ser humano? En el ámbito internacional de las comunicaciones, la mayoría de las veces yace incomunicado, anónimo, aprisionado por imágenes que se imponen y que acepta pasivamente. El hombre, por demás termina de aceptar una imagen de la realidad. Dialoga, no con el mundo, sino con los símbolos e imágenes que lo mediatizan. Aunque el niño y el joven de hoy son genios en la acumulación de información, y de estímulos como resultado de los medios de comunicación, pueden resultar alienados y desubicados, en el verdadero sentido de conocer, es decir, en lo que respecta a su imaginación, criticidad y creatividad.
El Ser humano moderno le cuesta más trabajo pensar, acostado como está, por tanta estimulación impuesta que llega del exterior. ¿Qué nos asegura, por demás que la imágenes son fiel reflejo de la realidad, estando los medios de comunicación en manos de interés políticos, económicos, religiosos o científicos?

Todas las imágenes impuestas, que posiblemente conllevan a una distorsión, interesada de la realidad, hacen necesaria, hoy más que nunca, una educación encauzada a la crítica, la restauración, la reconquista y la evaluación de todo objeto, imagen o conocimiento, en col fin de que la humanidad no perezca culturalmente en proceso de seguimiento, aceptación o copia; es decir, dentro de circulo vicioso de alienación cultural que estanque el progreso. La tarea educativa ante el predominio de los medios de comunicación consiste en colaborar en la formación de seres críticos y creadores que, una vez recibida la imagen, concepto o afirmación n sean capaces de purificarlos, restaurarlos y reconquistarlos para comprender su verdadero significado, partiendo del principio de correspondencia con la realidad. En tal sentido la pedagogía acertada estaría interpuesta en los siguientes pasos; percepción, intuición, crítica, creación, autoexpresión como respuesta eficaz al proceso de comunicación.

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"El típico hombre moderno tiene ojos y no observa, oídos y no escucha, corazón y no siente, razón y no piensa, ingenio y no crea. Ha renunciado a ser hombre."