Una palabra complicada de nuestro idioma es la sabiduría.
Precisamente si en verdad se posee, debe manejarse con ese mismo criterio de sabiduría para que así persista.
El que cree que por tener los conocimientos ya es sabio, le falta el complemento de la adecuada aplicación de esa "sabiduría" y ese es quizás el verdadero secreto de ser sabio.
Una cosa es saber y otra muy diferente es ser sabio.
EL que sabe aplica su conocimiento pero el sabio lo hace con un manejo de altura a un nivel de la verdadera sabiduría.
El conocimiento que domina es secundario, lo importante es como se maneja.
Un Ejemplo:
Un profesor que domina mucho una determinada asignatura tiene quizás el conocimiento necesario.Pero ¿Sus alumnos han recibido adecuadamente ese conocimiento?
Allí está el dilema.
Un saludo cordial a todos.