Hoy el coronel no tiene quien le escriba, mientras que tú me tienes a mí para escribirte cuando quieras. Movidick sigue vivo, y va en busca de venganza, pero lo que pasa una vez, puede pasar una segunda. Escribir sobre escritores es algo que no hago a diario, pero escribir sobre sus escritos va más allá de escribir sobre mis poemarios. El teorema de Khaterine tiene tantos problemas, y entre teoremas encontré la teoría de la vida. Bajo la misma estrella, verde, cuando tu eres el blanco que ilumina mis noches. Entre noches de reproches, el Hobbit encontró su anillo perdido; mientras que una novia perdía el suyo. Que fue de mí antes de ti, aunque anteriormente no tenía mucha vida. Esto de escribir no era mi movida, pero en los juegos del hambre el que no se movía se moría.

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Hoy cazo mi propia sombra, mientras que levito en mi escoba voladora. Mi corazón se mueve a mil por hora, intentando descubrir la ubicación de tu isla perdida. Recorrí el mundo en ochenta días, pero 80 veces quería recorrer tu cuerpo. Como si fuéramos parabatai, pero no se paran los días en los que tú no estáis. No escribo el libro de los secretos, pero escribo en el diario de Ana Frank. No sé si he leído lo suficiente, pero quiero escribir todos los versos que de mi mente vendrán. Estoy fuera de control, con mi mente no puedo ni yo mismo, no soy divergente, pero soy diferente a lo que creo yo mismo. Mi mente está compuesta de un cuento para niños, pero 50 sombras invaden éste abismo.

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