Pintando con Leticia
No ha dejado de pintar mi sobrina de Leticia, de la que os hablé en el post “Enseñando a pintar”, aunque ahora, sin la libertad horaria del verano, es más difícil encontrar momentos comunes para dedicarlos a la pintura. Aun así, lentamente seguimos avanzando, aprendiendo las dos un poco cada día: ella a relajarse y a pintar sin barreras, yo a ganarme su confianza y a afianzar su cariño hacia mí, en una reciprocidad en la que salgo ganando.
Son sorprendentes, incluso envidiables, la delicadeza con que sujeta el pincel y el gesto de su mano cuando la desliza sobre el papel. Sus pequeñas manos, genéticamente configuradas de un modo especial, confieren a sus movimientos una sutileza exquisita, que junto con el esmero con que ella intenta realizar su trabajo, culmina en láminas primorosas.
Le mostré una fotografía de un florero, y tras unas muy breves indicaciones, ella dibujó únicamente con dos líneas de lápiz el contorno del recipiente y pintó con acuarela todo lo demás:
Que hermoso amiga, colores que reflejan la ilusión con la que se realizó; estos son los resultados: cuándo el amor está de por medio:)
Un saludo. @pinus
Cierto, @kristal24. Gracias.
Este es una pasada!! El siguiente cuadro me lo pido para mi!!
Jajaja, pídeselo, a ver si la convences.
Hermosura de acuarela. De grande ya no se puede pintar así.
Tienes razón, pero Leticia tendrá siempre esa inocencia que le permite pintar el auténtico estilo "naÏf".
Emocionante...
Éste me ha impresionado sobremanera.