Otro capítulo de la novela "Conspiración Ragnarok", originalmente escrita por mí, traducida al español por Gabriel González, ilustrada por @marylucy con la portada de Keith Draws.

Al igual que el original, este libro se publica STEEM-primero. Nuestro objetivo es completar la serie STEEM y publicar el libro electrónico antes del Black-Friday (29 de noviembre).

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Capítulo 13

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Capítulo 15

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Part II

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14

Wietse

Kauai, Hawaii, 2 de Marzo del 2043

Luego de que Wietse recogiera su equipo del suelo aún fuera de equilibrio por la caída inesperada, una voz severa vino de detrás de él.

"Señor… ¿Qué está haciendo aquí, señor?"

Wietse había golpeado el suelo bastante fuerte. Había sido una buena caída, quizás de dos metros y medio tan solo unos minutos antes.

"Tan cerca —pensó Wietse— ¿Cómo pude haber tenido tan poco cuidado en este último trecho?"

Wietse pusó sus manos en alto y lentamente se giró, esperando ver uno de sus guardias armados. Cuando se dio la vuelta notó que el dueño de aquella voz era algo diferente de lo que se imaginaba.

El joven, un hombre muculoso y bronceado en sus veinte, se vestía como un típico turista Hawaiiano y se veía consternado al ver la cara de Wietse y dio un paso atrás.

"¿Señor?..."

El joven se calló po un segundo, mirando a la confundida expresión de Wietse mientras trataba de evaluar la situación. Entonces, sin hacer ningún sonido, los labios del hombre trazaron la reconocible mueca de la palabra “Mierda”.

"Siento mucho que esto haya pasado, señor. Esto nunca me había pasado, señor. Por favor, señor, tenga un poco de agua. Debo de darle mis disculpas en nombre de Viajes Kaiwi. No sé cómo esto ocurrió, pero tenga por sentado que será compensado por el inconveniente y su guía será duramente disciplinado. Esto es inaceptable, señor. Haré todo lo que esté en mi poder para compensarle, señor."

El joven tomó una botella de agua de su mochila y se la entregó a Wietse.

"Tome, señor, debe de estar muy deshidratado luego de un fin de semana entero atrapado aquí. Se ve un poco desorientado, seguramente debido a la deshidratación y hambre. En serio, no sé en qué estaría pensando su guía el viernes pasado. ¿Dejando atrás a un hombre mayor como usted abandonado?..."

"¿¡Estoy en las instalaciones de empalme cuántico de los Quants!? —murmuró Wietse con incredulidad mientras veía al joven despotricando que trataba de disculparse por algo que no terminaba de tener sentido."

"Sí, señor. Esta isla entera solía ser “El” baluarte Quant en Hawaii durante la guerra. Es bueno ver que aún sabe en dónde está. Estoy seguro de que es una buena señal. Tres días varado en esta isla fortaleza sin comida ni agua no debió haber sido para alguien de su edad, señor."

Wietse miró al joven a la expectativa. Wietse había vivido completamente aislado de las fuentes normales de información del exterior. Los ocasionales vistazos que los pliegues de su M-brana le había permitido no le habían dado exactamente la impresión de que la guerra habpia llegado a su fin. Si así fuese, si los Quants perdieron, hubiese explicado por qué llevar a cabo su plan de escape habpia resultado tan sencillo. Los guardias habían sido mucho menos escrupulosos los últimos meses y habían muchos menos también.

Mientras que la M-brana le mostraba mucho del mundo exterior, también le había asistido en conseguir y reunir información para planificar su escape, un escape que había llegado un poco antes de lo esperado aparentemente. ¿O no? ¡Dios mío!

Wietse se dio cuenta de que el pliegue probablemente siguiese activo, lo cual significaba que los guardias podrían…

En ese momento un pequeño vaso plástico de café cayó a unos centímetros de la cara de Wietse, desde arriba. «Demonios» pensó Wietse mientras se inclinaba hacia su equipo.

"¿Qué demonios es eso?" —preguntó el joven.

Al levantarse, Wietse vio al joven señalando hacia el techo encima de ellos.

Un espejo con forma de bol de unos setenta centímetros de diámetro estaba pegado al techo, pero Wietse sabía que ni era un espejo ni tenía forma de bol. Era la sección visible de la esfera de salida del pliege de la M-brana. Una sección esférica que, a juzgar por su curvatura, había crecido en diámetro de unos pocos cinco centímetros, suficiente para que Wietse pasara algunos utensilios para poder intentar robar trinidades cuánticas adicionales a través de un pliegue de regreso, de tres, tal vez de tres metros y medio de diámetro. La salida de la esfera del pliegue y por ende su esfera de entrada habían crecido

Wietse trató de pensar: ¿Cómo? ¿Podrían los dos pliegues haber emergido mientras trataba de empujar la pequeña caja de trinidades cuánticas a través del pliegue? Podría si la caja contiviera trinidades parciales que estuvieran entrelazadas con las trinidades parciales dentro del hardware de control de Wietse. ¿Podría controlar al pliegue resultante ahora que dos se convirtieron en uno?

Las lecturas en la pantalla de Wietse no tenían sentido.

"¡Señor, por favor, debemos salir de aquí!"

Mientras el joven hombre miraba a Wietse con miedo, Wietse miró hacia el techo de nuevo. Era un guardia. Lo que antes se veía como un espejo ahora claramente no lo era. La superficie comenzó a mostrar la forma distorsionada de uno de los guardias Quants de Wietse arrastrándose. Luego, lo que parecía ser una engrapadora cayó, distorsionando severamente la forma del pliegu de la esfera de salida al entrar en la habitación. Al ver la engrapadora, Wietse observó la pequeña caja.

"¡Son las trinidades! Necesito usarlas" —dijo suavemente. casi inaudible.

"¿Señor, por favor?" —dijo el joven con voz preocupada— Debemos salir de aquí, eso debe ser tecnología de guerra ¡Peligrosa tecnología de guerra!

Wietse vio la cara del joven y vio un estado cercano al de pánico total.

"Anda, niño, voy justo detrás de ti."

El joven parecía confundido, pero luego, como era predecible, su miedo se apoderó de él y de su deseo de entender y salió corriendo como perseguido por una bestia, dejando a Wietse para trabajar con su equipo.

Comenzó a trabajar con su equipo. Luego de colocar cuidadosamente cada una de sus trinidades cuánticas dentro del núcleo de su consola de mano, se las ingenió para rearmar la pequeña consola. Había una gran fisura en la anticuada pantalla táctil que Wietse estaba usando. La fisura había estado ahí incluso antes de que el tomara el equipo en primer lugar, pero ahora recorría toda la pantalla.

Para su alivio, la pantalla táctil aún funcionaba y la esfera respondía. Wietse hizo encoger a la esfera y mientras lo hacía, un agujero se hacía visible en el techo. Luego hizo que la esfera, que ahora era suficientemente pequeña para atravesar el agüero del techo, se deslizara suavemente hacia abajo.

"Ok, veamos qué puede hacer este bebé" —dijo en voz alta.

La esfera comenzó a crecer otra vez hasta alcanzar el tamaño de la habitación. La imagen espeluznantemente reflejada, pero aún no completamente, por la esfera comenzó a mostrar una imagen con pinos. Había una montaña y un lago. Mirar a la esfera le daba a Wietse nauseas. _A pesar de que había experimentado el ver imágenes de esferas de entrada moviéndose rápidamente varias veces antes, era diferente para una esfera de dos metros y medio de diámetro. La esfera negra controlada se movía a gran velocidad en el paisaje mientras Wietse buscaba un lugar a donde ir. Entonces la imagen de la esfera se posó en la orilla de un lago. Hizo un movimiento rápido en la pantalla táctil y la esfera plateada se volvió negra.

"Necesito trabajar en hacerlo más sigilosamente —pensó"—. Averiguaré cómo para mi siguiente salto. Primero necesito salir de aquí. Puede que esto no sea más una isla Quant, pero estoy seguro de que hay enjambres de drones asesinos en algún lado, esperando a ser activados si se dan cuenta de que escapé.

"Señor ¿Está vivo?" —dijo el joven con voz temblorosa mientras tímidamente mostraba sólo su rostro y dedos desde detrás de la puerta de la habitación.

En ese instante, Wietse se precipitó dentro de la esfera negra. La esfera titiló entre reflejos como espejos y un color negro por un momento y luego se desvaneció completamente.

—¿Señor? ¿Señor?

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