La nueva película de David Robert Mitchell, el director del clásico instantáneo de terror It Follows, es una comedia laberíntica a un estilo Film Noir moderno, que tiene giros e interrogantes que la van sumergiendo cada vez más en este laberinto hasta que termina por perderse.

Under The Silver Lake es la historia de Sam, un hombre de treinta y tantos años que ciertamente ha tenido mejores días que los que tiene actualmente. Sam tiene una precaria vida social, emocional y monetaria, aunque aún vive en un apartamento del cual ya están apunto de echarlo por las deudas con la renta y tiene objetos y un carro que nos demuestran que no hace mucho tuvo una gran prosperidad económica. Un día conoce a una vecina, y después de compartir una buena velada con ella esta desaparece, lo que provoca una obsesión en Sam el cual empezará una odisea por Los Angeles para tratar de descubrir qué le sucedió, y lo adentrará en un enigma al cual tratará de encontrarle un sentido.

Desde la premisa esta película ya viene con ciertos problemas debido a su semejanza con la excelente Inherent Vice de Paul Thomas Anderson. En ambos filmes un hombre investiga la desaparición de una mujer con la cual está relacionado románticamente y su vinculación con la desaparición de un multimillonario. Esta se podría decir que es la Inherent Vice para los millenials. Pero a diferencia de la película de PTA, aquí nunca se siente creíble esta obsesión del personaje principal interpretado por Andrew Garfield por el personaje de Riley Keough, es más una excusa para llevar a este personaje en esta aventura por la ciudad e involucrarlo cada vez más en esta espiral paranoica donde se entremezclan teorías conspirativas, asesino serial de perros, asesino serial de humanos, cultos, drogas, sociedades secretas y muchas otras cosas más.

A pesar de toda esta gran cantidad de elementos encontramos el segundo problema de la película de David Robert Michell, y es que ningún personaje de los que habitan en dicho mundo es memorable. Comparándola nuevamente con el filme de PTA, donde además de tener un mejor protagonista, tenía un elenco que te quedaba en la mente hasta mucho tiempo después de terminada la película, en Under The Silver Lake no recordarás a ninguno, y es que en verdad no tienen importancias, son solo roles superficiales que están ahí para aportar un poco a la atmósfera y nada más.

David Robert Mitchell es un muy bien director, a pesar de todos los fallos que tiene este último filme, él vuelve a demostrar que sabe como crear una buena atmósfera. Si la película se salva es por su buen trabajo con la cámara y la música en la creación de todo este mundo bizarro en el cual transforma a Los Angeles. Esperemos que para la próxima no se le olvide que también un filme tiene que tener algún tipo de conexión emocional y que no todo es estilo.

Incluso recomiendo ver Brick de Rian Johnson, donde se demuestra que en una película film noir moderna, pueden existir una buena atmósfera, intriga, personajes memorables y conexión emocional.

Under The Silver Lake es una película que por momentos resulta divertida, pero en tantas intrigas, en tanto giros, terminará perdiéndose ella misma y al espectador en el proceso, no va a haber desenlace posible para llegar a satisfacer las expectativas que crea en un comienzo.