La nueva película de Spike Lee es una mirada a un tiempo pasado de revolución, agitación, cambios y confusión en la historia de los Estados Unidos que es usada como reflejo y reflexión directa de los tiempos oscuros por los que está pasando el pueblo estadounidense durante la presidencia de Trump.

BlacKkKlansman narra la historia de Ron Stallworth, un policía afroamericano (John David Washington) que logra infiltrarse en el Klu Klux Klan durante la década de los años setentas. Este policía obviamente no puede ser visto por los miembros de “La Organización” como se hacen llamar los del Klan, por lo tanto recurre a la ayuda de un compañero policía de raza blanca (Adam Driver) para que este haga de su persona en los encuentros físicos con los integrantes del KKK, mientras que él maneja toda la operación y establece las relaciones por teléfono.

Esta película ganadora del Gran Premio Del Jurado en el Festival de Cine de Cannes 2018 es una de las mejores películas que ha realizado el aclamado director Spike Lee en mucho tiempo, aunque yo no me iría tan lejos para decir que es su mejor desde Do The Right Thing, tal vez sí es su mejor desde 25th Hour.

Aunque la historia del policía afroamericano infiltrándose en el Klu Klux Klan suena inmediatamente muy interesante, lo que mejor logra Spike Lee son esos paréntesis dentro la propia trama que utiliza el director para denunciar y dar su punto de vista crítico a la historia de su país.

Entre estos paréntesis se encuentra el prólogo e inicio de BlacKkKansman con una escena de Lo Que El Viento Se Llevó, en donde una de las protagonistas camina entre un grupo de soldados heridos perteneciente al lado del sur de la guerra civil estadounidense, mostrando de esta manera como dicha película o sus personajes y el Hollywood de la época apoyaba el racismo. También está el inicio en el que Alec Baldwin interpreta a un personaje que mientras ve directamente a la cámara vocifera opiniones racistas que parecieran tomadas de distintos discursos a lo largo de la historia.

Por supuesto Spike Lee nunca ha sido un director que teme decir lo que piensa, su cine nunca se ha apoyado en la sutileza para establecer un mensaje, y es en esos momentos en el que Spike le grita en la cara al espectador donde la película más brilla. Además de los momentos anteriormente mencionados también hay otros inclusos más fuertes y más directos que muestran como el racismo y la discriminación no han quedado atrás, sino que es un problema que continúa en la actualidad y con el cual necesita lidiar la sociedad estadounidense. El director incluso termina la película con imágenes reales de Charlottesville en 2017, en donde miembros del Klu Klux Klan asesinaron a una joven e hirieron a otros durante una protesta pacífica.

Este es cine de protesta de Hollywood, y hay pocos directores que puedan hacerlo tan bien como Spike Lee. BlacKkKansman aunque no sea la mejor, tal vez sea la película más relevante e importante que ha salido del sistema Hollywoodense en el 2018, su mensaje necesita ser escuchado.