La vida del Apóstol Pablo #60 - Recibir poder ¿Para qué?

Saulo de Tarso comienza a predicar.

Para este hecho es sumamente importante destacar que Saulo de Tarso fue lleno del Espíritu Santo “el poder”.

Poder significa el poder de fuerza, el poder de habilidad, el poder influyente y el poder esencial necesario para hacer las cosas que nuestro alto llamamiento en Cristo Jesús nos exige. Este poder está más allá de nuestra fuerza, pero equipado con este tipo de poder podemos hacer cualquier cosa que Cristo Jesús quiera que hagamos.

Aquí en HECHOS 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. Jesús estaba diciendo que el poder del Espíritu Santo era necesario para ser testigos incluso en la mayor parte de la tierra.

Es importante recordar que el Espíritu Santo es también el Consolador. Esto es parte de su poder, para consolar al creyente. El Espíritu Santo es el Consolador para todos los que lo han recibido en nuestros tiempos de pruebas y pruebas.

Parte de los deberes del Espíritu Santo como Consolador es nuestra guía y maestro.

• JUAN 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
• JUAN 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.

Equipado con el poder del Espíritu Santo, Pedro, quien unos cincuenta días antes negó haber conocido a Jesús, ¡predicó un sermón el día de Pentecostés donde se salvaron alrededor de tres mil almas! Esta fue una demostración poderosa del poder del Espíritu Santo.

También muestra el hecho de que un predicador ahora vivía dentro de Pedro. Pedro se convirtió en predicador y apóstol por el poder del Espíritu Santo. ¡Todos los que han sido llenos del Espíritu Santo tienen este mismo predicador viviendo en ellos!

El punto de toda esta discusión es mostrar que Saulo de Tarso ahora estaba equipado para embarcarse en su nueva carrera que Jesús le había dado. Pero, ¿qué sabía realmente como cristiano recién nacido? Sabía que Jesús era en verdad el Hijo de Dios, pero eso fue todo. Hasta el momento no había recibido el mensaje del evangelio que debía predicarnos sobre esta era de la iglesia, por lo que, en ese sentido, no estaba listo para embarcarse completamente en la misión que Jesús le había encomendado.