Porqué decidí hacer trueque con aquel polvo blanco

Muchas veces hacemos y decimos cosas que no nos damos cuenta de que son mal interpretadas, en mi caso lo que hice fue hablar mal y utilizar un término inadecuado en esta zona oriental del país en donde todo lo agarran de doble sentido y de bochinche y mas si tus acciones no te ayudan así sean sanas.

Paseo Colón de Puerto La Cruz, Estado Anzoátegui

Ya todos conocen la horrorosa situación del país y lo terrible que es para los venezolanos conseguir comida diariamente, los productos de higiene y en general todos los productos están escasos y si sumamos ahora todo el rollo de sacar efectivo en los bancos y peor porque casualmente se dañaron los cajeros automáticos y la gran mayoría de los puntos de ventas no funcionan y no te venden nada si no tienes el deseado efectivo y por eso tuvimos que recurrir al intercambio de productos, ventas y encargos a domicilio .

Según los pedidos que tengamos o lo que necesitemos en los cursos, debemos comprar diariamente materiales como harina de trigo, azúcar, azúcar glass, sal, leche en polvo y muchas veces harina P.A.N. y para no salir todos los días y abaratar los costos hemos decidido comprar por sacos y luego el producto que adquirimos lo dividimos en bolsas de kilo para tener adelantado las proporciones de las recetas y muchas veces lo cambiamos (trueque) por otro producto o lo vendemos entre nuestros clientes al precio establecido.

Vivimos en un piso 2 mas la mezzanina del edificio y cuando alguien nos solicita azúcar glass, o harina o cualquier de los otros polvos blancos que ya antes mencioné, lo debemos bajar y muchas veces si la cantidad son solo dos bolsas (2 kilos), lo llevamos en la mano y lo entregamos en P.B. y pues " ese día" casualmente yo llevaba azúcar glass. Pueden creer que la vieja loca del P.H. quien es una conserje italiana le decía a la gente que nosotros hacíamos algo raro con esas bolsas de polvo blanco que bajaba y subía y además nos daban dinero por esto, porque según ella veía desde su balcón como entregábamos bolsas con polvos blancos, nos daban dinero y muchas veces nos daban otros polvos blancos. Un día mi vecina me visita y yo le digo que pase para la cocina porque estaba pesando harina de trigo y embolsándola para dividir en kilos el saco que habíamos comprado y ella me preguntó: -¿que es eso que pesas?-

Hoy día me cuido mucho de las palabras que uso y de con quién hablo y cómo lo hablo porque las palabras no son mal dichas, sino mal interpretadas.