Si bien el Rafa es un jugador de otro planeta, quedé muy conforme con el partido jugado por el peque Schwartzman. Hasta me animo a decir que el partido se definió en un par de puntos.
Esa es la diferencia entre un Top 3 y un Top 20. A los primeros no le tiembla el pulso a la hora de los momentos importantes.
Por su parte el peque tiene potencial para estar mucho más arriba.
Sí, en verdad es muy bueno. Y corta con el paradigma del jugador alto.
Creería que puede alcanzar el top 10. Dee hecho, si no me equivoco, de haberle ganado a Nadal hubiera saltado al lugar 10 del ranking. Habría que ver en dónde queda ahora cuando le sumen los puntos de este último GS.