Un comienzo para el mal intento de lobo estepario.

Bien.
Veamos. De una historia hay versiones cortas y versiones largas; las versiones cortas son casi siempre como vagas confesiones de borrachera en la cantina (después de un mal día, o un mal año); las versiones largas a menudo terminan con un desgarrador "¡Nooo!" bajo la lluvia. Tragedias cinematográficas de fin de semana. Una misma historia tiene diferentes miradas, diferentes colores y sabores, pecados y caprichos de rutina, el anillo al fondo de la copa de cristal, los platos rotos, los brindis y las lágrimas, siempre las lágrimas.

Yo contaré una versión corta de mi historia, que hasta ahora no es ningún éxito de taquilla.
Tomen esto que les digo, mis señoras y señores, como la petición, muy sencilla, de no tomarme tan en serio ni de creerme a pies juntillas.

Ahora a capítulo. Este es mi primer post en Steemit. Y ustedes, los que me leen, serán los primeros en leerme. De manera que no sólo yo estoy comenzando algo (si tuviésemos vino y no fuera esto un espacio digital ya estaríamos celebrando la ocasión).

Momento de presentaciones: estudio Letras en la Universidad Central de Venezuela (no letras per se... sino literatura. Los sujetos que pusieron el nombre a la carrera no contemplaron las infinitas posibilidades de bullying. Digamos Letras de ahora en adelante y ustedes entenderán literatura, así quedo yo como un tipo más inteligente de lo que soy). Hasta ahora todo bien, no puedo quejarme ni me pagan para eso (aún).
Como estudiante de Letras me gustan las mentiras más de lo que se consideraría saludable, y como estudiante de Letras escribo mentiras, que llamamos ficción, y si les miento no es que les miento de verdad sino que ustedes aceptaron el pacto ficcional y por ahí nos vamos; estas mentiras que escribimos en Letras son bonitas, agradables, hasta obras maestras si es que somos tan buenos.
Soy además un mal intento de lobo estepario, me he dedicado a cerrar cortinas y trabar puertas con picaportes ¡Ey! El mundo asusta y la arena de la playa da mucha picazón. Nací para ser el hermano del medio. Ni consentido ni abandonado a mi suerte. En el mero medio.

Cada día camino, tomo una ducha, leo un poco (o bastante si tengo café o chocolate caliente o si recientemente fui apuñalado por amor), hago ejercicio, duermo, quiero a la gente y a veces también me entran ganas de darles un buen puntapié, pero sólo a veces y no a ustedes, que ya empiezan a agradarme. Hago todo lo que un ser humano normal debería hacer si quiere seguir pareciendo normal. Y yo parezco o sueno bastante normal ¿No?

De vez en cuando dejaré un post por aquí. Intentaré decir mentiras bonitas y una que otra "verdad" sobre lo que veo, siento o sueño. Poco más que hacer o que decir, lectoras y lectores. Ya mucho dije. Dejemos un poco de misterio para la siguiente ocasión.