Estos párrafos forman parte de un texto escrito con anterioridad; en esta ocasión retomo fragmentos del mismo para honrar la vida y memoria de quien inspiró estas líneas y formará por siempre parte:

… de esta aún inconclusa obra que es mi vida.

MIRANDO el mar no me perturbo es un poemario en el cual el mar y sus paisajes se convierten en fuentes de inspiración y reflexión interior; un texto inundado de metáforas y sensaciones, como la vida misma. Su autor: Douglas Parra, es un escritor autodidacta al que se le define como “un artesano del verbo”. Al igual que en esta obra, el mar siempre ha estado presente en mis historias, relatos y versos, siendo fuente de paz e inspiración.

Hurgando, entre sus lineas me encontré con estos versos muy parecidos a mí:

Los puertos donde los barcos no llegan
me atraen de manera excesiva…

"Este libro fue un obsequio de un hermano-hijo que me regaló la vida. A pesar de la brecha generacional que existe entre ambos nos une un profundo amor fraternal y el respeto a nuestras distintas maneras de ver y vivir la vida.
De su hermosa dedicatoria cargada de espiritualidad, me quedo con estas palabras:

…cargados de inmenso amor por la vida, la cual nos llena de cargas positivas, productivas y espirituales en nuestras reflexiones y encuentro con el mismo yo, equilibrado, de abundante paz y tranquilidad, armonía, como siempre me has demostrado en el transcurrir de mi vida. Eres especial y ejemplo a seguir…”

Hermano, hijo de mi corazón, amigo; ya no estás en este plano, te nos adelantaste en el camino; quisieron arrancarte de entre nosotros pero tú vivirás por siempre.

Estas sembrado en nuestros recuerdos, en nuestros corazones, en cada buena obra que realizaste, en cada ser humano que ayudaste. Tus raíces, frutos y buena sombra nos acompañaran por siempre: haciéndonos fuertes para no caer a pesar del dolor y la pena, alimentándonos de tus recuerdos y enseñanzas y dándonos cobijo, paz y refugio.

¡Vuela alto!
En algún momento nos reencontraremos.
Gracias por tanto...

IN MEMORIAN

A veces, cuando el alma es solidaria
una lágrima de otro
en tus ojos se cuela
y a veces, cuando el alma es tan humana
la vida misma
te mata de muerte ajena. @Ylich