Primeras veces…

Hace un año tuve el placer de compartir varias primeras en compañía del amor de mi vida…Todo sucedió en un viaje por primera vez a la ciudad de Mérida al pueblo de Tabay específicamente donde se respira tranquilidad, armonía y placer al estar rodeados de montañas y una maravillosa naturaleza.

Imagen de mi autoría tomada con un motorola E2

La travesía comenzó un domingo en la tarde cuando tomamos el autobús en el terminal de Maracaibo a la Ciudad de Mérida, siendo esta nuestra primera vez al viajar totalmente solos, esa noche la pasamos en carretera, fue un camino tranquilo y soñoliento ya que a pesar de ser muy dormilona no es tan agradable descansar en autobús; llegamos en horas de la madrugada a nuestro destino…el terminal aun permanecía en el silencio de la noche a pocas horas de recibir el amanecer donde se escuchaba poco a poco el canto de los gallos y el despertar de los ciudadanos comenzando su jornada diaria.

Fuimos recibido en la Hacienda San José, una estancia de cabañas acogedoras llenas de esa paz y tranquilidad que se busca al desconectarse del trabajo y todas las situaciones que puedan ser perturbantes al espíritu, en este pequeño sitio alejados del bullicio de la ciudad pudimos encontrar esa desconexión total que necesitábamos y ser solo nosotros dos. Nuestra estadía fue corta pero placentera de tan solo de tres días.

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En nuestro primer dia luego de poder descansar de una noche de viaje realizamos un recorrido general a las instalaciones que nos rodeaban en nuestra pequeña cabaña, en este nos pudimos dar cuenta que habían muy pocas personas alrededor pero también contábamos con la presencia de animales como lo fueron unos becerros y vacas encontrados a una corta distancia de nuestro alojamiento, de igual manera nos encontrábamos rodeados de hermosas y olorosas flores adornando las caminerías…por otra parte obtuvimos algo de historia al toparnos con un pozo manual con el que comenzó la fundación del lugar otorgando la fuente de agua necesaria para los que en esa época ocupaban el área. Lo mas esplendido de ese primer día además del hecho de encontrarnos allí fue el hermoso atardecer que el cielo nos regaló, un atardecer lleno de buenas energías y cosas buenas.

Imagen de autoría de mi novio @robertoromero tomada con un motorola E2

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El segundo día fue de paseo y además era día de san Valentín…una oportunidad y regalo maravilloso porque al fin pudimos compartir el día completo juntos ya que por nuestras actividades laborales es muy difícil poder celebrarlo totalmente juntos y si es un día comercial y todo lo demás, pero es una fecha especial a pesar de todo. Esa mañana salimos a primera hora a realizar nuestro recorrido con un amable Sr que conocimos en mismo pueblo, lo primero en visitar fue el hermoso pico el águila el punto mas alto de carretera de la troncal 7 situado a 4.118 m.s.n.m nos brindó un frio estremecedor que se colaba entre los sueters llegando a los huesos, una vista maravillosa rodeados de montañas, y un hermoso cielo azul donde te sientes cerquita de poder tocarlo, donde tu respiración puede costar al ver tanta belleza natural.

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La segunda parada del día fue en el monumento de la Loca Luz Caraballo, donde un amable pueblerino nos conto algo de historia de la misma…no se conoce la existencia tal de una mujer con esos registros, pero fue inmortalizada por el escritor y poeta Andrés Eloy Blanco convirtiéndola en leyenda del pueblo gracias a la imaginación popular. Mientras estábamos con el amable sr degustábamos de unas deliciosas fresas con crema encontradas en la plaza. Tuvimos además una tercera y cuarta parada muy gratificantes con los animales emblemáticos de la zona como lo son los perros Mucuchies y el Cóndor una magnifica ave que lamentablemente se encuentra en peligro de extinción y en nuestro país apenas disfrutamos de la presencia de uno.

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Nuestra ultima parada del paseo fue al mercado principal de la ciudad donde encontramos bellas artesanías y nuevas frutas para degustar como el lulo y el tamarindo chino que en Maracaibo no se observan y adivinen… era la primera vez que los comía. Este fue un 14 de febrero inigualable lleno de naturaleza, nuevas experiencias y aprendizajes, compartir con nuevas culturas, amistad y amor…

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Penosamente llego el dia de regresar a casa, pero retornamos mas unidos que siempre llenos de nuevas energias y ganas de continuar nuestra historia juntos.