Dos jóvenes comparecen ante el tribunal tras ser detenidos por fumar crack. El juez les dice: «Parecéis buenos jóvenes y me gustaría daros una segunda oportunidad en lugar de la cárcel».

Quiero que salgáis este fin de semana y tratéis de convencer a los demás de los males del consumo de drogas. Os veré de nuevo en el juzgado el lunes». El lunes, el juez pregunta al primero: «¿Qué tal te ha ido el fin de semana?». «Bien, señoría, convencí a 17 personas para que dejaran las drogas para siempre». «¿Diecisiete personas? Eso es maravilloso. ¿Cómo lo hiciste? »

«Usé un diagrama, su señoría. Dibujé dos círculos como éste: O o. Luego les dije que el círculo grande es tu cerebro antes de las drogas y el círculo pequeño es tu cerebro después de las drogas.» «Eso es admirable», dice el juez. Luego se vuelve hacia el segundo tipo. «¿Y cómo lo hiciste?» «Bueno, señoría, convencí a 156 personas para que dejaran las drogas para siempre». «¡Vaya!», dice el juez.

«¡156 personas! ¿Cómo te las arreglaste para hacer eso?». «Bueno, utilicé un diagrama similar», dice el tipo. «Dibujé dos círculos como éste: o O. Luego señalé el círculo pequeño y dije: 'Éste es tu culo antes de la cárcel... '»