Hablar mirándose a los ojos
La tecnología es solo el medio, no el fin.
Hacer un par de días alguien citaba a Steven Spielberg : “Las redes sociales han creado una excusa para perder el contacto físico entre seres humanos. Me asusta. Creo en el valor de mirar a los ojos y tener una conversación”.
Coincido con él. Tengo el mismo temor, que un día se nos olvide cómo mirarnos a los ojos para encontrarnos con el otro. Que creamos que todas las respuestas están en un tlf, o una red social o en una aplicación. Que olvidemos que es solo una herramienta, no el fin de nuestros actos. Que la tecnología nos termine usando y no que la usemos para nuestros fines.
Creo que no hay nada que supere a un abrazo cuando estamos tristes. Un apretón de mano para hacer contacto con el otro mirándose a los ojos. La piel…los olores… Los cinco sentidos activos. Sé que con solo leer un texto podemos experimentar emociones tan vivas como cuando estamos frente a la persona, por algo el éxito de la literatura. Pero hoy en día las redes resaltan la imagen, lo inmediato, la publicidad, entre otras cosas, y eso es un poco fugaz, es poco profundo en muchos casos.
La humanidad se está perdiendo porque estamos perdiendo el contacto sincero y fraterno, un “like” no puede reemplazar al verdadero acto solidario de acompañar al otro cuando lo necesita. Entiendo que hoy en día las distancias entre muchas familias y amigos hacen que el nuevo sitio de encuentro sean las redes sociales.
Las redes se han convertido en la sala, en el patio, en la acera donde nos contábamos cosas, en ese patio de juegos donde soñábamos, pero no podemos creer que eso lo es todo, debemos intentarlo cada día, debemos hacer lo posible por encontrarnos, por mirarnos , por hablarnos, por tocarnos.
No dejemos que la tecnología nos use. Aprovechemos sus cualidades para fines concretos, pero no nos perdamos, ella no es el fin, es el medio.
“Y vamos, decime, contame, todo lo que a vos te está pasando ahora, porque si no cuando está tu alma sola llora. Y hay que sacarlo todo afuera como la primavera, y nadie quiere que adentro algo se muera. Y hablar mirándose a los ojos, saca lo que se pueda afuera, para que adentro nazcan cosas nuevas”. Piero