Fantasma
Lo aires de la guerra cambian drásticamente con la llegada de la noche. Todo es oscuro, todo es frío, todo es silencio.
Durante el día los soldados corren y disparan, se movilizan. El imponente calor y la humedad de la selva vietnamita se pega en sus ropas sucias, haciendo de esta guerra un infierno aún peor. En la noche, todo parece entrar en un estado de paz, pero para aquellos que han sobrevivido el suficiente tiempo, saben que esta calma alberga peligros aún más grandes que la luz del día.
El escuadrón Beta, conformado por dos de los equipos más preparados para este entorno tan hostil, descansaba entre la maleza de la jungla. Sin fogatas, sin poder hacer ningún ruido, ingiriendo comida cruda y fría que recolectaron en el día. Las alarmas, cables con artilugios de metal colgados, estaban preparadas.
Más de la mitad de los doce soldados no pudo conciliar el sueño esa noche. Los mosquitos venían a ellos como pequeños torpedos, con agujas que succionaban su sangre, y cuyo objetivo era enloquecerlos. Las cobijas sucias y húmedas no eran suficientes para protegerlos de cruel frío de la selva.
Cuatro hombres estaban vigilando, atentos a cualquier ruido. Entre ellos, estaba el sargento Collins, un hombre que ya había pisado los cuarenta, y cuyos recuerdos en los últimos veinte años lo llevaban más al campo de batalla que a la comodidad de un sillón frente al televisor, con una cerveza en la mano.
Sumergido en la oscuridad de la noche, cubierto por maleza y maquillaje de guerra, Collins observaba posado en la gruesa rama de un árbol, a seis metros de altura, con ambas manos en su rifle. Debajo de él, su escuadrón intentaba descansar.
Hacía tiempo que la oscuridad de la noche dejó de darle miedo, ahora podía mirar en ella y mantener sus piernas rectas. La primera vez que tuvo que dormir a la intemperie en una misión, los sonidos no dejaron de atormentarlo. Ahora, conocía el sonido de cada criatura.
Ya eran casi las cuatro de la madrugada.
Collins creyó haber percibido movimiento, no vio nada, pero algo lo llevó a usar la mira de su rifle. Barrió todo el panorama, no había nada fuera de lo común. Volvió a hacerlo para asegurarse, dos partículas brillantes aparecieron en su campo de visión mientras miraba. Hizo una mueca. Regresó algunos metros, ahora pudo verlos con más claridad. Calculó la distancia mentalmente, debían estar a unos treinta metros de su campamento.
Dos puntos amarillos brillaban con una increíble intensidad. Era como ver un par de estrellas destellando en un solitario cielo nocturno. Simplemente no podías ver nada más. Por un momento, el mundo alrededor de Collins solo estaba habitado por él y esos dos puntos. Sentía que estos lo miraban, un escalofrío reptó por su columna vertebral.
Collins se retiró de la mira para restregarse los ojos. Cuando volvió a mirar, los puntos habían desaparecido. El hombre se puso en alerta. Recorrió cada metro cuadrado en su campo de visión, buscándolos. Pero no perdió mucho tiempo, necesitaba bajar y advertir a los demás.
Mientras descendía por la cuerda, Collins volvió a recordar cómo se sintió al mirar esos ojos…porque eran ojos. Sintió su mirada. Una mirada que le produjo algo de miedo. Iba a mitad de camino cuando escuchó el sonido de la maleza moverse. Bajó más de prisa, haciendo su mayor esfuerzo por ser rápido y sigiloso. Ríos de sudor bajaron por su espalda.
Llegó al húmedo suelo de la selva. Se movió rápidamente hasta toparse con un cuerpo. No supo quién era, pero no importaba. Tocó el hombro del soldado y le dijo que el enemigo podía estar cerca. No hubo respuesta del hombre. Collins lo agarró del cuello, en ese momento la sangre se le heló en las venas.
Donde debía estar la garganta del hombre, Collins sintió un pedazo de carne destrozada, de la cual brotaba sangre tibia y pegajosa. Collins se alejó de un salto, soltando un grito ahogado. Busco otro cuerpo, también estaba sin vida.
Los siguientes tres cuerpos también estaban muertos. Ahora Collins podía sentir el olor de la sangre en su nariz. Todos estaban muertos, lo sabía, menos él.
Collins se recostó del tronco de un árbol. El sargento estaba bañado en sudor. Su mente daba vueltas, no pudo encontrar sentido en nada de esto. ¿Cómo el enemigo había logrado acercarse sin que nadie lo supiera? ¿Cómo es que pudieron matarlos a todos de forma tan efectiva sin hacer ruido?
Metió la mano en su uniforme, y de allí sacó una bengala. Si iba a morir en aquella selva, al menos quería que encontraran su cuerpo. Desde la base podrían verla, y aunque estaba poniendo un blanco en su cabeza, así frustraría al enemigo al comprometer esta posición.
Apuntó la pequeña pistola al cielo. Antes de poder apretar el gatillo, los dos puntos amarillos aparecieron otra vez. Collins se petrificó al verlos. Emergieron de la nada.
Estos se fueron acercando, flotando a un metro del suelo. Mientras más se acercaron, más clara era la figura del tigre. Collins soltó otro grito ahogado.
El animal era totalmente blanco, salvo por las rayas, las cuales eran rojas, parecían trazadas con sangre fresca. Los ojos amarillos eran vacíos, pero hambrientos. Los colmillos se asomaron por la boca semi abierta, goteando sangre. La criatura media un poco más de dos metros, y conforme se acercó, su masa corporal ocupaba cada vez más el campo de visión de Collins.
El sargento se armó con el rifle, apuntó y jaló el gatillo. El eco del disparo fue tragado por la selva. Cuando la bala atravesó al tigre, Collins pudo ver como su figura parpadeó por una fracción de segundo.
Se puso de pie, volvió a armarse con la bengala y apuntó hacia arriba. Los ojos del tigre centellaron, sus músculos se contrajeron y saltó. El sonido de una bengala al dispararse opacó el grito de Collins, un grito que en segundos fue un gorgoteo de sangre.
Inktober es una etiqueta para obras de arte digitales, saludos
En realidad, el reto creado por Jake Parker en 2009 originalmente contempla la ilustración y dibujos exclusivamente a tinta. Y en actualidad existen muchas variantes del mismo reto con diversas expresiones de arte, bien sea la fotografía, la escritura, las artes plásticas e incluso, el desarrollo de aplicaciones web.
Realmente lo ignoraba...pero el hecho que la usen dentro de Steem, para un relato de terror, pues...según mi experiencia, resta visibilidad...de otro modo el post, tendría más votos ¿no lo crees?
Hi, @niklaus22!
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