Historia de un jóven autista. (Vida real)

Hace 6 años, cuando era estudiante en una escuela de artes, conocí a un chico de 14 años que le gustaba tocar guitarra. Su pasión por la música llamaba mi atención, pero no solo eso atrapaba mi mirada, también su soledad, siempre me preguntaba, ¿Por qué este joven no tiene amigos? Al parecer su única amiga era su guitarra.

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Aparentemente se veía un chico normal, decidí acercarme para conocerlo pero cuando lo saludé ni me miró a los ojos y se puso muy nervioso, él quería responder a mi saludo pero algo dentro de él se lo impedía y lo hacía huir. Yo no entendí nada, pensé que era timidez y seguí buscándolo para saber más de él.

Una tarde me atreví a pasar por su aula de clases, todos sus compañeros lo miraban se le acercaban para incomodarlo y luego se burlaban de él tirando papeles en su cabeza, eso me entristeció, y fue allí donde me dí cuenta que algo le ocurría a ese chico. Minutos más tarde al llegar el maestro al aula, le pregunté: ¿Por qué ese joven tan talentoso tiene ese comportamiento tan raro?
El maestro me contestó: - Es un jóven con autismo.
Se despertó en mí una curiosidad por saber qué era autismo y esto fue lo que encontré:

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno neurobiológico del desarrollo que ya se manifiesta durante los primeros tres años de vida y durará todo el ciclo de la vida.
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Las causas del autismo: con frecuencia las causas del autismo son desconocidas; aunque en muchos casos se sospecha que se debe a cambios o mutaciones en los genes.
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Síntomas:
Los principales síntomas que caracterizan este trastorno es la dificultad para comunicarse e interactuar con la sociedad. Otros síntomas son comportamientos repetitivos o ciertas rutinas.
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De esta manera fuí comprendiendo el por qué del comportamiento de este jóven.

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Me llenaba de ira cuando le hacían bullying al chico, pero yo de tanto insistir logré que me dijera: Hola! Waooo, que avance!! A pesar de su dificultad para contestar, me gané su confianza y nos hicimos amigos.
En las clases de música logró una habilidad impresionante para ejecutar partituras de música clásica en la guitarra, al parecer nuestra amistad lo ayudó y motivó a desenvolverse y a sentirse seguro, además, le facilitó interactúar con sus compañeros sin temor alguno. Sus habilidades e inteligencia en la música hicieron que ganara respeto y admiración de sus compañeros quienes terminaron aceptándolo tal como es.

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Las personas con autismo no deben ser rechazadas, ni siquiera debemos mirarlos de manera despectiva, su condición no los hace inferiores a nadie. Debemos aceptarlos, respetarlos e integrarlos a la sociedad tal como son, no tomar en cuenta sus defectos para ser burlados, criticados y señalados; al contrario, debemos enfocarnos en las virtudes no solo de una persona con autismo sino de cualquiera independientemente de su condición, y darnos mutuamente el trato amable, respetuoso y especial que todos merecemos.