¿FENOMENO o FENOMENAL? (Un corto relato de nuestro nacimiento)
Mi mamá tuvo un embarazo complicado y preocupante durante nuestra gestación. El médico que la controló le había recomendado inducirle el aborto 💉porque había padecido de rubéola y las probabilidades de dar a luz un niño "fenómeno" era casi del cien por ciento. En el barrio donde vivian mis padres, el realizar un ecosonograma era un lujo que no podían costear. Ella consultó con mi padre al respecto, pero él, fiel a su convicción moral, principios, o a su convicción religiosa (su fe en Dios), le respondió que esa no era su decisión, y si era designio divino tener un hijo "monstruo", serían ellos, los médicos, quienes se encargarían del destino de ese bebé.
Así los meses transcurrieron, con la angustia y zozobra de una madre expectante.
Nuestra llegada al mundo fue prematuro. La primera señal comenzó una noche con las ganas inmensas de mi madre por ir al baño. Fue mi papá quien se percató de que mami iba a parir. Al llegar al hospital, apenas di chance para q me atraparan ⏰... Era yo quien ansiaba salir. Para sorpresa de todos, nací sana, con mis dedos de manos y pies completos, con poco peso (1,5 kg), pero saludable ¡para alegría de mamá! y además de eso, el médico de turno dijo que todavía quedaba otro y éste estaba por debajo de las costillas. Fue un parto duro y difícil; mi hermana nació casi dos horas después de mi, envuelta con algo que le dicen "mantilla" e ignorando lo que ocurría, madre vio cómo las enfermeras se repartían esa "tela", dizque para la buena suerte.
Asi pues, desde el momento en que fuimos concebidas hasta el día de hoy, hemos sido inseparables hermanas, amigas, confidentes y soportes mutuos. Mi gemela, mi morocha (de quien hablaré en un próximo post). Ella es mi maestra y compañera de vida; me siento -y soy- afortunada de haber nacido con ella, con mi Belén, mi negrita, mi Tita. 💝