"Concurso Cervantes: 7ª Entrega"
Qué afortunados somos! Esta fotografía me hace reflexionar de lo mucho que hemos avanzado en algunas partes del planeta y lo poco que nos damos cuenta de lo que tenemos; de los derechos que disfrutamos, que otros lucharon para que nosotros los demos por sentado. Tenemos agua potable, servicio de alcantarillado, recogida de basuras, alumbrado público, agua caliente, electricidad, Internet, smartphones, wifi, coches eléctricos, carreteras asfaltadas, autopistas, reparto a domicilio, envío urgente en 24 horas, calefacción... y sin embargo, seguimos sin tener suficiente, vemos la paja en el ojo ajeno, envidiamos lo que tiene el vecino, gastamos dinero en “bienes status”...
Y mientras tanto en otras partes del mundo hay personas que mueren de hambre, de enfermedades fácilmente prevenibles o tratables, que se hacinan en chabolas, que viven de la caridad ajena, día a día, sin poder soñar con un futuro mejor, sin poder planificar lo que vendrá mañana, atrapados en la trampa de la pobreza... y qué podemos hacer nosotros?
Ellos arriesgan su vida por llegar a la tierra prometida. que en realidad no es tal. Si lo consiguen, si forman parte de ese pequeño porcentaje de afortunados, la lucha no ha terminado: les esperan otra serie de desafíos, siempre empujando, siempre luchando, siempre sufriendo.
Qué más da entonces si hemos perdido el tren, si el paquete llega fuera de horario, si nos han multado en la zona azul, si tenemos dolor de cabeza o un simple resfriado... Apagar la tenelovela de tu cabeza, sintonizar una buena comedia. Si ellos pueden, nosotros también.
Os voy a contar un secreto: todos tenemos problemas, más o menos importantes, y a veces nos comemos la cabeza demasiado con ellos. Cuando estoy en uno de esos días o momentos en los que todo me parece difícil, en los que creo que el mundo se va a pique, que cada cual va a lo suyo... lo que más me ayuda es leer sobre esta pobre gente: instantáneamente me doy cuenta de lo afortunada que soy, de las maravillas de las que disfruto, cosas que ni los reyes de hace 200 años podrían siquiera imaginar y ahora tenemos en cualquier casa. Y entonces ese sentimiento comienza a desvanecerse, poco a poco, y una oleada de gratitud rellena ese espacio vacío. Gracias a todos!!
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Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses