Logra un rostro de porcelana con este tónico de arroz
El cuidado de nuestro rostro es algo muy importante para nosotros, es la principal representación de lo que somos y imagen para las demás personas. Ademas podemos transmitir diferente ideas, emociones y sensaciones en dependencia de como se note tu rostro en ese momento; cuando tenemos un rostro sano se nota una luz radiante de felicidad y salud, cuando llevamos un rostro descuidado podemos transmitir un efecto contrario.
Con el increíble tónico de arroz podremos cuidar de manera efectiva, cómoda y económica nuestro rostro y toda nuestra piel en general. Gracias a sus increíble efectos regeneradores que son realmente beneficiosos para tener un piel sana y radiante.
Ingredientes:
- Un vaso y medio de agua.
- 100 gramos de arroz.
Preparación: coloca el vaso y medio de agua en un envase con tapa y luego añades el arroz, lo cubrimos y se le deja reposar una cuantas horas para que el arroz libere todos sus nutrientes que le darán a nuestra piel la belleza que deseamos.
Aplicación:
Primero debemos de lavar con agua y jabón nuestra piel, preferiblemente se debe de utilizar un jabón adecuado a tu piel. Secamos muy bien y empezamos aplicar el tónico.
Con un algodón vamos esparciendo el tónico en nuestra cara, cuello y áreas de nuestro cuerpo que necesite ser tratada.
Luego debemos esperar algunos minutos para que el tónico haga efecto en nuestra piel, debemos de retirarlo con agua de preferencia tibia y luego añadir una crema hidratante.
Ademas para un efecto mayor podemos hace una mascarilla a base de avena para la piel grasa, su preparación es sumamente sencilla y económica, los beneficios son extraordinarios y lo podemos hacer repetidamente. Es perfecto para la limpieza de nuestra piel y gracias acción absorbente deja nuestra piel mas lisa y libre de impurezas.
Ingredientes:
- Taza de agua tibia.
- 2 cucharadas de avena.
Preparación: añade las dos cucharas de avena en la taza de agua tibia, bate hasta hacer una masa. También para un mayor efecto le puedes añadir dos cucharaditas de miel tibia.
Aplicación: con la yema de los dedos debemos de aplicarla a nuestra piel, en forma circular y dando masaje. Luego deja reposar hasta que la misma se seque y luego retira con agua tibia, secamos la piel suavemente y aplicamos una crema hidratante.