“El hueso de la sustancia”, cuento de camino.
Hola bella gente de Steemit, hoy les escribiré sobre un cuento de camino que me contó mi madre hace muchísimos años la cual es muy interesante y extraña jeje, espero les guste.
Se dice que en los años 50, los abuelos que vivían en los campos donde las casas eran fabricadas de barro y paja; los techos los hacían de palma tejida, la cual era tan fuerte que ni el agua ni el sol los atravesaba.
Las casitas eran construidas lejos unas de otras; cuando los vecinos los domingos hacían el respectivo sancocho (sopa), tenían un hueso grande de res (el fémur mayormente) bien resguardado dentro de un saco, para evitar que se contaminara o que los animales se lo comieran.
La finalidad de ese hueso, era aportarle “sustancia” o sabor al sancocho debido a que eran personas muy pobres y no podían permitirse carne como tal (la mayoría de las veces).
Cuando uno de los vecinos lo necesitaba, éste se dirigía a la casa del que lo tuviera en esa oportunidad; luego de hervirlo en el sancocho lo envolvían e introducían en el saco, y así sucesivamente se lo rotaban. Esto se hacía hasta que el hueso se quedará “sin sustancia”.
Un sancocho que hice hace días. Ojo, no usé un hueso de la sustancia jajaja.
Esta costumbre fue pasando de generación en generación hasta que al pasar de los años la educación fue cambiando, y las familias empezaron a salir a la ciudad.
Mi madre me dijo que nunca hizo eso, pero que su mamá (mi abuela) le contó que sí lo hacía.
¿Se imaginan que en estos tiempos se siguiera realizando esto? ¿Cuántos huesos de la sustancia tendríamos guardados?
Se imaginan diciendo algo como:
-Vecino, ¿me presta el hueso? Es que voy a hacer una sopita para el almuerzo.
-Claro vecina, ya se lo traigo.
De lo más normal jajajaja.
Aprovecho para mostrarles esta bella foto en la cual debo destacar que se encuentran 4 generaciones juntas, de izquierda a derecha: mi mamá (la precursora de este "cuento de camino"), su bisnieta, mi hija, y yo :).
Suegra guarde el hueso para cuando me case con @osmy07 jajaja
No puedo negar, que las mejores sopas que me he comido es la que tu cocinas.
Mama, donde esta el hueso de la casa jeje?
Buen post, interesante historia, siempre es bueno conocer un poco más de los cuentos de la cultura venezolana jaja, saludos.