Sueños a Bordo

En su barquita de viejo timón,
un niño zarpa con luz temprana,
sigue las olas con fiel ilusión,
mientras el viento es su ruta hermana.

Brilla el rocío sobre el coral,
perlas danzantes de espuma y brisa,
cantan las gaviotas su arrullo astral,
trazando el alba con voz precisa.

El niño sueña con peces de luz,
con velas blancas que al sol resplandecen,
barcos dorados en un cielo azul,
donde los mares secretos florecen.

Remo en sus manos, fuerza en su andar,
las aguas tiemblan con su latido,
el horizonte le invita a soñar,
con un destino jamás vencido.

Las redes tejen promesas de sal,
cantan sirenas susurros lejanos,
y en cada ola de ritmo inmortal,
duermen los sueños que el ayer contrajo.

El sol despierta su dorso al mar,
beso de fuego que todo embriaga,
el niño siente su piel vibrar,
con la frescura que el alba engalana.

Brisa y espuma juegan sin fin,
huelen a nuevo, a vida escondida,
como si el mundo le hablara al oído,
con sus latidos de historia infinita.

Sueños a bordo, barca y amor,
lleva su alma en el agua escrita,
y mientras cruza el mar soñador,
sabe que el viento su fe recita.