Apaga la luna que no me deja soñar...

La luna llena ha venido a visitar aquellos nostálgicos del corazón, algunos lobos solitarios y tal vez a uno que otro bandolero de asfalto que transita las calles de este valle en pena.

Me he plantado en la ventana a contemplar su gran belleza y misterio. Su estadía efímera funciona de inspiración para enamorados y para el guayabo como fiel confidente.

Le he contado que me había enamorado de una muchacha tan bella como ella; que sus ojos me hacían perder la lógica a cualquier cosa, que simplemente sus palabras eran una alegría escuchar.

Tú y ella comparten muchas cosas, luna, el misterio, la belleza, que traen locos a más de uno. Cuídala luna, cuídala.

Nikon D60, lente tokinon 35-200mm