KIOTO “Tradición, templos y naturaleza”

  Kioto es una ciudad de Japón situada en la zona centro de la isla de Honshu, la principal isla que forma el archipiélago japonés. Con una población aproximadamente de 1,5 millones de habitantes ocupa el séptimo lugar de las ciudades más pobladas de Japón.

 Kioto fue durante más de mil años, la capital de Japón, capitalidad que desde 1868 en adelante, ostenta Tokio.  Conserva un rico patrimonio cultural, arquitectónico e histórico con algunos de sus monumentos declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que se encuentran perfectamente conservados, debido a que Kioto fue la única gran ciudad que se libró de los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. 

 La ciudad de Kioto conserva ese olor a madera y bambú en sus calles de su barrio más antiguo junto al rio Kamo, el barrio de GION.  

Hoy en dia, aún se pueden ver Geishas por las calles, caminando o bajando discretamente de vehículos, prestando sus servicios de entretenimiento, consejo, representación o simplemente compañia a clientes económicamente bien posicionados en la sociedad japonesa.

  Si algo es abundante en la ciudad, es el gran número de templos budistas y santuarios  sintoístas, según los expertos hay miles. Algunos de ellos se encuentran en el mismo casco urbano con bonitos jardines donde pasear, meditar;  otros en los barrios más alejados de la ciudad, sirviendo de frontera entre la ciudad y la naturaleza más salvaje.  

Algunos disponen de una belleza que solo se puede ver en su interior, destacando de los demás, como es el caso del templo de Sanjūsangen-dō , el cual guarda en su interior 1001 estatuas budistas doradas y entre ellas, la estatua de un gran buda dedicado a la misericordia. Es curioso que las 1001 estatuas budistas, son todas diferentes. Lamentablemente está prohibido hacer fotos en su interior.

 El Templo de Kyomuzi-dera construido en el año 778 en las colinas de Kioto, está cercano a la cascada de Otowa, y fue reconstruido en el siglo XVII debido a un incendio dado que su construcción es fundamentalmente de madera.  Tanto el emplazamiento al estar situado en una colina y en medio de la vegetación lo hace que sea ideal para realizar la visita, disfrutando además de la naturaleza, de miradores, desde donde podemos divisar a lo lejos, toda la ciudad.  

 Es tradición hacerse el lavado de manos y boca (Temizu) en ésta fuente de agua, así como después beber un poco de ella, ya que según dice la leyenda, nos dará salud y longevidad.  

El  Santuario de Fushimi-inari es de religión sintoísta y se encuentra situado al sur de la ciudad, es uno de los más conocidos y más antiguos de Japón. Su enclave también se encuentra en una colina o montaña con abundante vegetación. Está dedicado al espíritu de Inari , nombre con el que se conocía a la base de la montaña, y que desde épocas antiguas, a Inari se le considera la patrona de los negocios. Las personas que quieren obtener riqueza y prosperidad en sus negocios donaban diferentes  Torii que iban siendo colocados unos tras otros, formando caminos. A día de hoy se encuentran miles de Torii pintados de color rojo y entre ellos podemos encontrar otros pequeños santuarios también dedicados a diferentes deidades.  

  El Torii es una estructura en forma de arco tradicional japonés, que suele encontrarse en la entrada de los santuarios sintoístas. Se dice que marcan la frontera entre el espacio profano y el sagrado. Arquitectónicamente consiste en dos columnas verticales sobre las que se mantiene dos travesaños paralelos horizontales. Normalmente el Torii suele estar pintado de color rojo o bermellón. Algunos Torii suelen tener tablas escritas colocadas entre las barras horizontales. El material del que están hechos es normalmente madera o piedra.  

  Si queremos otro día adentrarnos en la naturaleza, podemos hacer una excursión a Arashiyama , situada al oeste de la ciudad, llegando con un autobús urbano. Nos ofrece diferentes actividades para pasar el día como ver el templo Tenryu-ji uno de los templos zen más grandes de Kioto, también podremos pasear por el bosque de bambú, caminar junto al rio Katsura y cruzar el puente Togetsukyo desde el cual podremos ver la hermosa vegetación de las montañas de Arashiyama.   

  Al cruzar el puente, encontraremos el Parque de macacos o monos de Iwatayama, que ascendiendo por un camino señalizado hacia la cima de la colina, podremos disfrutar de vistas de la ciudad de Kioto, además de encontrarnos con macacos libres, pudiéndoles dar de comer siguiendo las instrucciones de sus cuidadores.  

  Otro enclave que no nos podemos perder es el templo Kinkazu-Ji conocido como (Pabellón de Oro) que construido a finales del siglo XIV, inicialmente como villa de descanso del gobernador de la zona, posteriormente se transformaría en templo Zen. Las dos plantas superiores del templo, están recubiertas con lo que se conoce como “Pan de Oro”.  Dispone de hermosísimos jardines por donde pasear escuchando el ruido del agua que corre por sus estanques. Está declarado como monumento Patrimonio de la Humanidad.   

  Espero que os haya gustado este viaje místico por una ciudad antigua…Kioto.