Por nada del mundo aceptaría la idea de vivir sin escuchar buena música... sería como estar muerto en vida, mi estado de ánimo y capacidad intelectual o no, disminuiría de manera drástica. ¿Cómo dejar escuchar mis viejos tangos, las óperas, los boleros, la música clásica, el rock and roll de los 60, 70, 80 y 90 y mi música de los llanos venezolanos? No lo aceptaría...