Rincón de soledad.

Oh, donde me has dejado, en un rincón sin vida, sin salida, miro al cielo y no lo veo, veo a mi lado y no veo horizonte, miro hacia el alrededor y no veo tu rostro que me dice “cálmate” no veo tus ojos iluminados como dos faros de luz, ni tu nariz como una pequeña muralla que adorna tu bello rostro, suave como la brisa y tan inspirador como el horizonte lleno de buenas plantas y flores.
No veo eso, solo veo oscuridad, cosas grises que pasan, fantasmas que vagan entre las líneas de estas palabras, fantasmas que se burlan de mí en cada pausa que hago.
Solo veo oscuridad, el mundo que teníamos juntos se desvaneció como se desvanecen los segundos pasados y los recuerdos olvidados.
Se le ha caído el color a nuestro mundo, ese mundo que teníamos creado lleno de rosas, colores y cosas muy brillantes! Ese mundo ha quedado vacío
como después de una guerra, todo gris, todo triste, las flores marchitas, todo blanco y negro.
Las paredes se les corrió el color, los animales se ven en las orillas de los lagos sin vida, clamando porque vuelvas, clamando tu amor, tu recuerdo, tus besos y tus labios, esos labios que hacen de ti la mejor mujer, esos labios suaves como almohadas, esos labios que a menudo me susurraban y me daban palabras de inspiración. Y tu cabello como las olas del mar, yo tenía un bote en el cual recorría tu cabello y tus defectos intentaban tumbarme pero yo me mantenía, solo al voltear a un lado y ver tus mejillas como la isla que me esperaba
Yo luchaba por llegar a esa isla y estar a tu lado, acariciándote, besándote y haciendo cada centímetro de tu cuerpo mío
Pero te has ido, me has desilusionado, esa isla cobró vida y se ha marchado, dándome la espalda
Dónde encontraré a otra isla así, a otra maravilla? De las 7 maravillas del mundo tú eres la primera, mi luna, mi cielo, mi estrella, que ahora están sobre mí aplastándome
con su gran peso y aplastando mi alma.
Quería escribir un libro contigo, un libro que solo tú y yo entendamos, un libro que tú y yo seamos los autores
un libro que tenga nuestro idioma, y que a pesar de que tenga algunas hojas arrugadas el peso de las letras llenas de amor y pasión pudieran alisar y arreglar esas hojas
rotas y arrugadas.
Quería ser yo quien estuviera a tu lado para siempre, quería ser yo quien tomara tus manos arrugadas, tu cabello blanco, y besar tu frente, como una muestra de lo feliz
que me has hecho…
Quería que fueras mi vejez, quería que fueras mi vida, mi libro, mi universo, mi galaxia…
Pero te has ido, y no eres más que la noche sin una luna que refleje algo de luz, solo eres la noche sin estrella, solo eres oscuridad.

Leandro B.