¿Qué te pasa Venezuela? Te desconozco.
Foto tomada por mí en la entrada de la UCV, mi casa de estudio, justo en el día que hubo el estallido de protestas en abril del 2017. Venezolanos con poca memoria...
¿Qué te pasa Venezuela?
Te desconozco.
Salgo de la casa a las 6 am, un día de rutina para mí, camino toda la entrada hasta el terminal del bus que me lleva directo a la universidad, como es de esperarse hay una cola larga, personas hablando de cosas que no me interesan hasta que sale un tema que llama mi atención... ¡Ah! El famoso bono, 3 señoras y 1 señor hablando del tema muy felices, hablaban en tono alto, era imposible no escuchar, que hay que registrarse, que hay que meter un tal ''serial'', en ese momento sentía como si les hubiese puesto ''mute'', ellos hablando y mi mente maquinando en otro lugar, pensando y dándome cuenta que realmente el venezolano es un estúpido conformista, en eso una de las señoras me lanza la mirada, sonriente, como buscando mi aprobación en lo que habla...
Mi mirada seria, seca, sin sentimiento de emoción sino de tristeza, decepción y molestia la atravesó como si se tratase de una aguja explotando y atravesando un globo, vi como su sonrisa se borraba a una expresión de incomodidad, se intimidó. Pensé: ''qué tristeza señora''.
A pocos minutos de eso, ya habiendo pasado casi dos horas desde que llegué al sitio (típico de allí) llegó el bus, subimos y yo quedé de pie, al lado de un señor de mediana estatura, venía hablando de la situación del país, en contra del gobierno por cierto... Una señora se ríe ante lo que el señor habla ya que lo decía de manera jocosa, el señor la mira con la mirada que le lancé a la señora mientras esperaba, fría, seca, disgustada... Y dijo la señora:''Hay que reír para no llorar'' a lo que el señor respondió: ''No se ría señora. Esa es la felicidad del venezolano, una felicidad falsa''.
Fue allí cuando vi el contraste, fue justo en ese momento que me identifiqué con lo que ese señor dijo. La felicidad del venezolano es una falsa felicidad.
Al salir a la calle cada vez se ve más miseria, personas con la ropa descolorida, cuellos estirados, zapatos rotos, algunos en ''chanclas'' o simplemente alpargatas, el olor a sudor impera en los buses debido a la falta de artículos de higiene, calles desgastadas, niños y señores mayores comiendo de la basura, el sueldo que alcanza para 2 kilos de queso y nada más, la delincuencia que desborda las calles, adultos que hablan de pésima manera, buses dañados, sin vidrios, la miseria es increíble, la pobreza es extrema, la crisis es visible, la crisis política, económica y mental.
Fue allí cuando me convencí aún más que existe mucha crisis mental, que el venezolano es de poca memoria, hace poco más de dos años hubieron 200 muertos en el país, jóvenes, personas que dejaron la carne en el pavimento para salir de esta situación, y hoy en día muchos otros ''ríen para no llorar'' o simplemente se emocionan con una regalía más del gobierno, que aunque les moleste señores, esto es lo que nos tiene jodidos, el reír para no llorar, el aguantar tanta humillación, tanta desgracia, tanta miseria, el conformarse con una caja que llega cada 2 meses. Qué impotencia el darme cuenta que estamos rodeados de personas así, de personas que en los buses y en las calles, en lugares públicos dicen que esto no es culpa del gobierno, apoyan y aplauden todo lo que dice un gordo que tiene a Venezuela como su juguete.
Sigan riendo para no llorar, y veremos a dónde llegaremos.