Pues creo que si es el día a día de una relación, se convierte automáticamente en una relación tóxica.
Lo importante es darnos cuenta que la armonía o toxicidad de una relación, no es algo fortuito ni un castigo de un poder sobrenatural, sino que es producto de lo que sembramos a diario, lo que significa que somos los responsables directos de nuestra felicidad o infelicidad.
Pues creo que si es el día a día de una relación, se convierte automáticamente en una relación tóxica.
Lo importante es darnos cuenta que la armonía o toxicidad de una relación, no es algo fortuito ni un castigo de un poder sobrenatural, sino que es producto de lo que sembramos a diario, lo que significa que somos los responsables directos de nuestra felicidad o infelicidad.