Soy mi propio Dios

Escribo versos que salen
desde el fondo de mis entrañas,
desde allí donde nadie puede llegar a ver,
y no soy gran cosa:
sólo soy un escritor.

Escribo estas líneas mientras veo,
desde mi edificio,
cómo la gente se está matando
por darle sentido a sus vidas.

Escribo poesía,
pero no soy poeta,
sólo soy un artísta malhumorado
que se refugia de la sociedad
y de todo el contacto humano.

Escribo protestas
y unos cuantos conciertos,
pero no para que me entiendan,
sino para que lean algo interesante.

Más tarde bajaré al bar
a beberme algunas copas
y quizá, sólo quizá,
a probar algo de suerte
con algunas bonitas mujeres.

Sí, soy un vago escritor,
pero no al revés,
pues escribir
es lo que me mantiene vivo
en esta jungla repleta de gusanos.

No odio al mundo,
sólo odio a las personas.

Soy mi propio Dios
y con eso me basta,
pues así, cuando enferme,
nadie mostrará empatía
y yo podré descansar
con toda tranquilidad.

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Ilustración hecha por Benjamín García

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