Los cuatro niveles de la pirámide de poder

Primer nivel. Sociedad financiera internacional.

 
Está conformada por los grandes bancos internacionales y por los bancos centrales.

Entre los primeros encontramos a JPMorgan Chase, HSBC, Bank of America, Wells Fargo, Citigroup, Deutsche Bank, Goldman Sachs…

Los cuatro bancos centrales más importantes son la Reserva Federal de Estados Unidos, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, y el Banco Central Europeo.

Y en el eslabón más alto, el Banco de Pagos Internacionales o Bank for International Settlements, BIS, ubicado en Suiza, que actúa como “banco central de los bancos centrales”, y en estrecha colaboración con el Fondo Monetario Internacional.

De este nivel tenemos muy poca información y la poca que nos llega está muy mediatizada y controlada.

Segundo nivel. Sociedad estatal.

 
Está conformada por los políticos, diputados, gobernantes, ministros, militares, jueces, policías, funcionarios, etcétera.

De este nivel tenemos información abundante pero muy poco fiable en muchas ocasiones porque está igualmente mediatizada.

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Tercer nivel. Sociedad política.

 
Está conformada por los dirigentes y militantes de los partidos políticos, por las asociaciones civiles implicadas en la acción política, y por las organizaciones no gubernamentales.

De este nivel tenemos información si estamos involucrados en los partidos y asociaciones. Si no, tenemos la información que nos llega relativa al vínculo que tengan con el segundo nivel.

Cuarto nivel. Sociedad civil.

 
Está conformada por los ciudadanos de a pie, que participan en mayor o menor grado de la sociedad política, bien con su voto o bien su apoyo a organizaciones de la sociedad política.

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Lo más importante de este organigrama es tener claro que si la sociedad civil (cuarto nivel) no tiene medios para controlar a la sociedad política (tercer nivel) y a la sociedad estatal (segundo nivel), entonces la sociedad financiera (primer nivel) controla a la sociedad civil, es decir, a nosotros, como lamentablemente ha ocurrido durante los pasados trescientos o cuatrocientos años bajo este esquema de poder.