Dos personas felices disfrutando la vida que querían, entre viajes y viajes observando hermosos paisajes y espectaculares amaneceres, aunque eso solo era momentáneo, mientras cada uno se reunía con sus familiares disfrutando de las fiestas del gran mes de diciembre. Pronto ella partiría en un viaje para reencontrarnos pues está ubicada en un hermoso llano venezolano del estado Guárico mientras que yo en la hermosa ciudad jardín de Venezuela en el estado Aragua, Maracay una gran ciudad. Ella hablo con su madre sobre las aventuras que hemos estado realizando sobre nuestra unión, mi madre también estaba contenta por el compromiso que estaba formando, nunca hay que dejar de soñar, son las palabras de una sabia madre que desea verte triunfar y ser grande en la vida, el destino nos depara grandes triunfos y un viaje lejos de las fronteras venezolanas aunque por cuestiones del mismo destino algo ocurrió una situación que arruino los viajes, metas y momentos