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Había una vez, dentro de un profundo y mágico bosque, un clan de hadas que cuidaba el bosque con sus bellísimas artes mágicas, dentro del clan resaltaba su lider, por su poderosa magia, su indiscutible belleza y su gran amabilidad. Un día la lider, llamada Alba, merodeaba por el bosque como normalmente lo hacia para luego ir a su lugar favorito del bosque, una pequeña pradera que siempre estaba iluminada tanto por la luz del sol o de la luna y que también por ahí pasaban unos hermosos ciervos con unas grandes astas que emiten luces de acuerdo con sus emociones, ésta vez que Alba fue a la pradera se encontró con algo que nunca había visto por la zona, un humano descansando en la pradera, Alba lo observa detrás de los árboles mientras adopta su forma humana, una humana preciosa, rubia y con unos perfectos ojos azules, ella, ya con su forma humana, se va acercando a la ubicación del joven lentamente ya que no sabe como actuar ante éstas situaciones, se acercó lo suficiente para crear una sombra que le tapara los ojos al muchacho, el muchacho al no sentir la luz del sol sino la oscuridad de una sombra abre los ojos, unos ojos verdes que se vuelven más claros mientras se acercan a la pupila, al abrir los ojos Alba retrocede unos pasos impactada por la belleza de esos ojos.

—¿Quién eres? —dijo el misterioso muchacho.
—Yo soy —ella se siente intimidada, recupera su valor y con firmeza dice mientras lo señala—, Espera, yo debería preguntar eso ¿quién eres y qué haces aquí?.
—Yo soy Oliver y estoy aquí porque tenía ganas de pasar un rato por aquí, y tu ¿quién eres? —responde rápido y la mira, fijamente a los ojos.
—Yo soy… —nerviosa por la rápida respuesta de Oliver —, yo soy Alba, la guardiana de este bosque.
—¿Guardiana del bosque dices? —se levanta y sacude sus manos sobre sus ropas para sacarse la hierba y tierra.
—Por supuesto —sorprendida por la estatura del muchacho.
—No te creo, pienso que estás loca, que molestia —se da media vuelta y empieza a caminar para adentrarse en el bosque.

Alba al ver como el muchacho se va alejando cada vez más le demuestra que no está loca utilizando su magia, crea una pequeña esfera de luz en la punta de su dedo indice, que cada vez que se mueve deja una estela de luz, entonces, mueve su dedo dibujando el símbolo del infinito y mágicamente hace que las ramas de dos árboles se estiren hasta la ubicación de Oliver, impidíendole el paso.

—Este poder… —se da media vuelta y mira a Alba—. Tu eres una hada.
—¿Ahora me crees que soy una guardiana? —mueve un poco su dedo para que las ramas vuelvan a su lugar.
—Si te creo pero ¿por qué hablas conmigo? sabiendo que eres un hada.
—¿A qué te refieres? —confundida.
—¿No lo sabes? ¿no sabes que los humanos cazamos a las hadas para tener sirvientas o para venderlas en el mercado negro? —se cruza de brazos.
—¿Sirvientas, mercado negro? —tiembla de miedo y empieza a retroceder lentamente—. ¿Por qué no intentas hacer lo que cualquier humano haría al verme?.
—Porque estoy en contra de eso, no quiero esclavizar a cualquier ser mágico solo porque se me da la gana —se señala con su pulgar—. Yo no quiero ser ese tipo de monstruo.
—Con razón estuvimos dentro del bosque por tanto tiempo… —agacha la mirada.
—¿A qué te refieres? —se acerca a ella lentamente.
—Nosotras las hadas estuvimos en este bosque desde hace muchas generaciones atrás —levanta la mirada y lo mira fijamente—. Al parecer las antiguas hadas nos alejaron de la sociedad por culpa de esos monstruos que tus mencionas, los humanos.
—Y supongo que alguna vez les contaron las típicas historias de que todas las especies vivían en total armonía —se detiene y se endereza.
—Es algo extraño lo que me acabas de decir pero tienes razón —confundida—. ¿Qué quieres decirme?.
—¿No quieres que todo vuelva a ser como ese entonces? —sus ojos se van llenando de esperanza.
—En cierta parte si —lo mira a los ojos.
—Entonces ven conmigo Alba —le extiende la mano—. Arreglemos este podrido mundo juntos.
—¡¿Qué?! —se sorprende muchísimo—. Si me voy contigo ¿qué pasará con el bosque y mis queridas hadas?.
—Dejáselo en sus manos, estuvieron muchos años cuidando este bosque si te vas por un tiempo no pasará nada, además, ¿nunca quisiste ver lo que hay fuera del bosque? —le sigue extendiendo la mano.
—Uff —le da la mano—. Está bien, iré contigo Oliver.
‎—Les explicaré a las otras mi decisión —deja la mano de Oliver— Nos vemos aquí en la noche.
‎—Aquí te esperaré —sonríe alegremente.

Alba desaparece en el bosque y Oliver se sienta en el medio del lugar a esperar. La noche llegó y cuando la luna estaba arriba de todo, iluminando el lugar perfectamente, Alba llegó al lugar de Oliver y al verse emprendieron su viaje. Al empezar su viaje había un silencio muy incómodo entre ellos, entonces, para matar el silencio empezaron a contarse cosas de ellos al otro, fue un largo viaje hasta llegar a la ciudad y en ese lapso de tiempo se conocían a la perfección, había una buena química entre ellos, ellos conocieron sus gustos, secretos, etc, por ejemplo, a Oliver le encanta las peleas en cambio a Alba no, ella es muy pacifica, otro ejemplo sería que a Alba le encanta cocinar, en cambio, Oliver es malo para eso, y como última cosa la magia de Alba consiste en controlar la naturaleza y la magia de Oliver consiste en controlar las llamas azules, es extraño porque sus llamas son más fuertes y destructivas que las comunes.
‎Estando en la ciudad ¿cuál era el plan?, el plan es muy simple cundo lo dices pero es exageradamente complicado llevarlo a cabo, consiste en derrocar al Rey de Mantral, el reino más poderoso de los humanos, si derrocamos al Rey Tanadiel III y reinamos este lugar podremos forjar una alianza con los otros tres reinos más importantes, el reino de Surodia, el de las criaturas mágicas, el reino de Darkoria, el de los demonios y el reino de Anshelika, el de la divinidad.

‎El problema del plan es que el que controla el reino y al rey es un demonio, el más poderoso de todos ellos, Lucifer III, es tan poderoso que controla el reino desde una prisión de máxima seguridad, exclusivamente para él, en el reino de Darkoria. Tenemos que derrocar a la marioneta de Lucifer III y podremos arreglar este putrefacto reino.

Los dos empezaron su plan en el reino de Syniesta, recolectando información, obteniendo aliados para la rebelión, buscando el momento perfecto para el ataque, así fueron pasando los días, las semanas, los meses y los años. En ese lapso de tiempo el hada y el humano empezaron a sentir cosas por el otro que nunca habian sentido antes, ellos sentían amor y cada vez que pasaba el tiempo este crecia aún más, hasta una noche, bajo la luz de la luna, decidieron dar un paso adelante en su relación iniciando un noviazgo con un beso de amor verdadero. Pasó el tiempo y la rebelión estaba a la vuelta de la esquina, era un helado invierno y los amantes se tomaron los últimos dos días antes de la batalla, ellos, totalmente solos en un cuarto del cuartel, desencadenaron un acto lleno de amor y lujuria, junto con este acto, los amantes conjuraron un poderoso hechizo, que necesita a dos personas completamente enamoradas y que estas estuvieran en medio de un acto sexual, el hechizo consiste en crear una conexión espiritual irrompible, significa que estarán tan conectados que ni la muerte los podrán, siempre estarán juntos, lo curioso de este hechizo es que se crea inconscientemente si hay un amor puro. Luego de saciar sus incontrolables deseos sexuales, descansan y pasan el último momento de pareja que tendrán antes de la rebelión.

—¿Qué hacemos ahora, amor? —lo abraza a Oliver mientras están en la cama.
‎—Sólo nos queda tener la esperanza de que mañana salga todo bien —le acaricia la cabeza mientras mira el techo.
‎—Hablando de eso ¿podrías prometerme algo? —se sienta en la cama tapándose los pechos con una sábana.
‎—¿Qué quieres amor? —se sienta también.
‎—Por favor ten mucho cuidado —empieza a lagrimear—. No quiero perderte, te amo demasiado y no quiero que me dejes sola.
—Amor… —La abraza fuertemente—. Te lo prometo, no moriré, te protegeré por siempre.

(Alba rompe en llanto mientras abraza con todas sus fuerzas a Oliver).

El día de la rebelión llegó, Oliver y Alba, bajo la luz de la luna, estaban enfrente de su ejercito sobre sus caballos, como todos los soldados, esperando el momento del ataque. Llegó la hora y todo el ejercito iban lo más rápido que podían sus caballos, los magos que estaban en la parte de atrás de la formación empezaron a tirar bolas mágicas de fuego, para romper la fortaleza del reino y entrar más cómodos con los caballos, cuando se destruyeron las paredes, el Rey mandó a la guardia real a defender, este les puso un hechizo a todos sus caballeros, este hechizo los convertía a todos en unos minotaruos escupe fuego. Cuando los caballeros finalmente al reino sólo se escuchaban muchos gritos desgarradores, el sonido de las espadas, las lanzas, las hachas o de las flechas, chocando en los escudos o armas de los minotauros, también se escucha el sonido del fuego y el de los edificios cayéndose a pedazos mientras arden, y por último, lo que más se escuchan son los sonidos de las armas entrando en la carne de todos los soldados, la sangre cuando cae al suelo y los soldados cayendo sin vida. Oliver y Alba, luchaban como si fueran una sola persona, liberandose de los guardias reales hasta llegar al castillo, sólo tenían que correr en línea recta para llegar a la puerta del palacio pero había una traba que les impedía el paso y esta traba era que toda la avenida estaba repleta de minotauros, entonces, combinando sus magias tiraron una bala de cañon ibuida en una gran llamarada de fuego azul, la lanzaron hacia la puerta del palacio y para que valla más rápido Alba invocó a las hadas del bosque para concentrar una ventisca en la bala y que así fuera a la velocidad del sonido impactando con la gran puerta, la bala de cañon, a parte de destruir la puerta, arrasó con todos los minotauros dejando un montón de cuerpos sin vida y un verdadero charco de sangre, ellos iban corriendo con sus espadas hacia la puerta del castillo y en medio de la nube de humo que había en la puerta sale el mismísimo Lucatiel III con un arco mágico hecho de fuego infernal, ellos no se detienen, entonces, el Rey empieza a tensar su arco y, en un abrir y cerrar de ojos, dispara una flecha que va tan rápido que sin poder evitarlo se hunde en el pecho de Alba, Oliver al verla la atrapa y se arrodilla en el suelo con su amada entre los brazos mientras que el Rey observa pacientemente.

—¡Alba ! ¡Por favor no me dejes! —empieza a llorar desconsoladamente.
‎—Oliver… —le pone la mano en la cara mientras llora—. Perdóname, no lo vi venir.
‎—No me dejes ahora —agarra la mano de Alba sin parar de llorar.
‎—Fue una linda aventura amor —sus lágrimas caen y su voz se debilita.
‎—No digas eso querida, tenemos más cosas que vivir amor —abraza a Alba con fuerza.
‎—Lo siento Oliver , te juro que quería formar una familia contigo y vivir una larga vida, envejeciendo a tu lado —toma la cara de Alba con sus dos manos.
‎—Alba… —mirándola a los ojos—. Basta por favor.
‎—No lo olvides Oliver… —usa su fuerza restante para darle un beso de despedida—. Yo siempre te amaré con todo mi corazón.

(Alba se muere con una hermosa sonrisa en su cara).

Hay un profundo silencio, entonces, el Rey al ver que la chica por fin murió le dispara una flecha a Oliver, pero este la atrapa con su mano sin levantar la vista, cuando la levanta sus ojos se vuelven azul claro, completamente, y empiezan a brillar, deja a su amada en el piso, se acerca al Rey y da inicio a una violenta pelea mágica, dentro del castillo, luego de varias horas de un intenso combate Oliver pone todas sus fuerzas en un último ataque, matando al Rey Mantral III, marioneta de Lucifer III. Al morir el Rey, todas las bestias desaparecieron y una nueva era dio inicio con un hermoso amanecer.
‎Cuando acabó la violenta batalla, los soldados restantes les rindieron un funeral a todos los que cayeron con honor, un poco antes de eso, Oliver llevó el cadáver de Alba al lugar en donde se conocieron y la enterró allí. Pasó mucho tiempo luego de la guerra ahora el Rey era la mano derecha de Alba y Oliver, Javier, quien vendría a ser Javier I para todos los habitantes del reino.
‎Mucho tiempo después se forjaron las alianzas con los otros tres reinos, todas las especies vivian en armonía, la misión principal ya había terminado. Una noche Oliver se despide para siempre de sus queridos camaradas, ya que no tenia sentido su vida sin Alba, luego de despedirse Oliver va a la tumba de su amada para suicidarse y al fin estar con ella, al llegar él se sienta en el medio del lugar y para quitarse la vida hace un hechizo, invoca doce esferas de fuego azul, formando una ronda alrededor de él, éstas esferas se convierten en doce espadas azules, y cuando está listo todas las espadas, una por una, apuñalan a Oliver, cuando la última espada lo apuñala su cuerpo se empieza a desintegrar convirtiéndose así en un montón de mariposas de fuego azul.
‎Al morir aparece en un lugar completamente blanco y vacío, mira a su alrededor y ve que en el fondo está su amada, Alba, sin pensarselo dos veces corre hacia ella sin parar de llorar de felicidad, los dos se dan un fuerte abrazo y sin decir nada se van caminando juntos de las manos, desapareciendo del plano siendo uno solo.

Fin.