Brujas I: La historia de una tortura en vida (relato original).
Ella no es de ese tipo de bruja de la que estamos acostumbrados a pensar. No suele volar en una escoba acompañada de un gato negro, no coloca un sombrero alargado sobre su cabeza, no rapta niños para alimentarse de ellos y tampoco posee verrugas en su rostro. De hecho, Elisa es peor que eso. Es la personificación del mal, es incluso más maligna que el propio demonio. Con su despampanante belleza física logra sumergirte en su mundo, y cuando ya estás completamente bajo su hechizo ella se encarga de convertirte en la persona más desdichada del planeta entero dejándote prácticamente muerto en vida, como un simple cuerpo sin alma que deambula sin ningún rumbo fijo. Entras en su círculo del infierno hasta que simpatizas con su oscuridad y te haces esclavo de su ira.
Fuente
Isaac poseía un gusto bastante excesivo por las mujeres, y con esto nos podemos referir a que era un mujeriego empedernido. Era bastante difícil que alguna mujer no sucumbiera a sus encantos, pero lo cierto es que todos aquellos coqueteos y buenos tratos por parte de él no llegaban más allá hasta después de la noche en que lograba llevarlas a la cama, se deshacía fácilmente de su compañera para así empezar otra cacería en busca de una nueva presa. Es por esto que a sus 35 años no había contraído nupcias con ninguna dama y tampoco estaba en sus planes llegar a hacerlo, puesto que se sentía conforme con ese estilo de vida tan extremadamente liberal que tenía. Pero ese concepto de vida al que él se aferraba fuertemente se vio afectado con la llegada de una mujer a su vida, tan misteriosa como cautivadora. Ella correspondía al nombre de Elisa y era, en esencia, lo que Isaac siempre esperaba conseguir en una mujer.
Para la desgracia de aquel hombre, su dinero y sus extravagantes lujos no eran lo suficiente para obtener la atención de Elisa, por lo que da la noche a la mañana aquella mujer se convirtió en el objetivo principal de Isaac. Él aceptaba que nunca antes le había pasado eso con ninguna dama, todas caían fácilmente a sus pies en un simple parpadeo y por tal motivo aquella morena de deslumbrantes ojos verdes le parecía el mayor de los retos. Fueron innumerables los esfuerzos e incontables los días que Isaac invirtió para que Elisa siquiera se dignara a obsequiarle una mirada, pero finalmente cuando la morena aceptó su invitación a cenar él sintió que por fin tendría todas las de ganar, pero ella era lo suficientemente astuta y no caería tan fácil en las trampas del mujeriego.
Al año de haberse conocido, Isaac y Elisa comenzaron a vivir juntos y al poco tiempo se casaron, esta noticia desconcertó a los muchos que conocían las andanzas del mujeriego e incluso tal decisión puedo sorprender de cierta manera al mismo Isaac, pero no podía negar que su ahora esposa tenía algo que lo había atrapado como si de un hechizo mágico se hubiese tratado. Los meses transcurrieron y las cosas entre la pareja comenzaron a tornarse un poco turbias, Isaac notaba comportamientos extraños en su mujer que en un comienzo carecían de importancia pero que cada día transcurrido los actos de Elisa eran cada vez más atípicos. La nueva señora de la casa había ordenado retirar todos los espejos existentes en el hogar, así como también cubrir parte de las ventanas para que la luz solar no entrara completamente, también se había adueñado de una de las habitaciones en donde pasaba gran parte del tiempo escondida y donde el acceso estaba totalmente restringido a los empleados e incluso al mismo propietario del hogar. Los empleados que servían a Isaac en su hogar comenzaban a hacer comentarios y entre uno de los tantos el más repetido era que le tenían miedo a la nueva inquilina, pues no cabía duda de que algo macabro estaba ocultando y rezaban por no tener que toparse con ella en ningún lugar de la casa.
Fuente
El ambiente de aquel hogar se tornaba cada vez más pesado e inhóspito, Isaac comenzaba a sentir una sensación de incomodidad en su propio hogar por lo que evita pasar tiempo considerable en ese lugar. Una noche el ex-mujeriego despertó a mitad de un sueño y lo primero que observó al abrir sus ojos fue a su esposa parada a su lado observándolo fijamente con una mirada perdida y escalofriante, Isaac le preguntó si le ocurría algo pero no obtuvo respuesta por parte de su cónyuge mientras que ésta luego de observarlo por otro largo rato simplemente dio media vuelta y se marchó hacia su habitación secreta. Luego de esa noche, aquel extraño acontecimiento marcó el inicio de una serie de eventos desafortunados para Isaac: perdió a la mayoría de sus inversionistas causando que todos sus importantes negocios se fueran a quiebre de la noche a la mañana conduciéndolo a una severa depresión, pues aquello por lo que había trabajado durante años se había fragmentado de un momento a otro sin previo aviso. Por otra parte, su salud se vio bastante perjudicada pero ninguno de los tantos médicos a los que había acudido le sabía dar un diagnóstico sobre aquella extraña enfermedad que estaba acabando lentamente con su vida.
Isaac aparentaba haber envejecido seis décadas en menos de tres semanas, no se le encontraba explicación alguna a su rostro demacrado con ojeras y aquel cuerpo que antes solía asemejarse al de un fisicoculturista ahora se hallaba esquelético. Uno de los médicos a los que acudió le recomendó que visitara a un brujo para que le realizara una de esas limpiezas espirituales, porque era posible que aquella enfermedad a la que no se le acreditaba diagnóstico alguno tuviese mejor una explicación paranormal…pero Isaac, molesto y desconcertado por toda aquella mala suerte que había caído sobre él no creyó en esas palabras. El cuerpo de Isaac fue encontrado por sus empleados, en unos de los lugares más escondidos de toda aquella gran mansión: el cuerpo de aquel hombre se encontraba en un estado de descomposición bastante avanzado sumergido en un olor nauseabundo mientras que a su lado reposaba el cuerpo de su esposa, intacto, como si se encontrara sumida en un plácido sueño.
Los médicos forenses detectaron que Isaac había fallecido apenas unas veinticuatro horas para el momento en que encontraron su cadáver y sus órganos se encontraban en la más alta escala de descomposición, cosa que era bastante inusual. Nunca se supo más nada de la extraña mujer que llevaba por nombre Elisa porque no hubo cuerpo al cual poderle realizar una autopsia para determinar las causas de su muerte, el cuerpo de Elisa había desaparecido misteriosamente de la morgue, sin dejar ningún tipo de rastro. La gran mansión de la cual Isaac tuvo la oportunidad de ser dueño en vida terminó siendo demolida, porque para vista de todos y sobre todo para las personas más supersticiosas aquellos aposentos era el hogar de los malos augurios, aquellos aposentos albergaban el mal y la oscuridad.
Fuente
Espero que este relato haya sido de tu agrado. Sin más que decir me despido no sin antes enviarles un fuerte abrazo, mis queridos cibernautas.
Grandioso... me gusto muchisimo tu post, una hermosa narrativa.
¡Muchas gracias por tu comentario, @marcanofernanda!