Historia: el inicio de la puteria.
Entró por las puertas del gran edificio, un famoso buffet de abogados para hacer lo que nunca pensé que haría, buscar un abogado para el divorcio.
Entro en la sala de la doctora Kathleen Martín con quien hice la cita el jueves pasado. No la había visto porque la cita la hice con su secretaria así que no pude evitar quedarme embobado al verla en persona, quizá porque me recuerda a Lisse; la chica de quién me voy a divorciar.
La doctora es en verdad muy bella, sus cabellos rojizos brillan con el sol, éste esta recogido en una elegante coleta en forma de cebolla, usa una falda larga hasta las rodillas de color beige y una camisa blanca, simple, abotonada hasta el cuello con unos tacones del mismo color. Simple, práctico y elegante. Lisse también tiene el color de esos cabellos, rojizos como el fuego, con unos ojos marrones grandes, y pecas en sus mejillas, con una cabecita en forma de manzanita y unos labios finos que vislumbran siempre una sonrisa.
Me voy acercando y la doctora se levanta de su asiento me da la mano con un saludo fuerte y firme.
- Buenos días, Sr Otero puede tomar asiento. - Dice señalandome el asiento frente a ella.
Al verla mejor puedo decir que lo único que se parece a Lisse es su cabello, no hay ojos marrones sino verdes, no hay sonrisa jovial sino una línea de tensión, no hay pecas en ninguna de las mejillas sino una piel que llega casi a la perfección, tez clara con sólo un defecto; un lunar por encima de su comisura labial superior izquierda.
Aún hermosa, la miro de arriba abajo mientras regresa a su escritorio a sentarse, no es por ser grosero, ni por sentirme necesitado tras esta situación difícil que es para mi el divorcio, es que yo soy así, me gustan las cosas bellas y es difícil ignorar a algo tan hermoso.
- Dígame Sr Otten ¿qué necesita?
- Necesito informarme sobre las cosas que tengo que saber para realizar un divorcio.
Lisse y Lucas eramos dos jóvenes que llenaban de celos a toda la escuela, y yo el que se creía él chico más especial por tenerla a ella.
La conocí desde primaria, cursabamos los dos juntos desde el segundo nivel y no paso mucho hasta que me empezó a atraer y en unos pocos meses ya eramos los mejores amigos hasta que el día de la graduación de primaria le confesé mi amor el que fue felizmente correspondido.
Un amor puro e infantil asi es el de los niños.
Ella era hermosa y según las mujeres yo también lo soy, me considero normal pero he escuchado muchas veces que mi físico es de apreciar hasta el punto de creer que al menos soy buen parecido.
Mi cabello es rubio con mechones de color cenizas, me dejo un flequillo que toma toda mi frente, de forma recta hasta las cejas. Tengo ojos azules color turquesa y mido 1.80m con una contextura delgada. Me describo como una persona alegre, extrovertido y un poco risueño que tiene una gran creatividad y poder de emprendimiento.
No sólo eramos una pareja que se categorízaba como "la más linda", sino que desde mi perspectiva también eramos los más estables. No nos comportabamos como los demás adolescentes de nuestra edad, veníamos de una familia donde se establecían metas claras y que para obtenernas había que trabajar por ellas, así que ya a los 15 años, ambos, estábamos trabajando por nuestro futuro.
Cabe de destacar que también somos los mejores índices académicos de nuestra escuela y los dos decidimos aprovechar nuestra facilidad de estudio para ganar dinero y montamos un curso de tareas dirigidas, luego yo empecé a investigar como reparar equipos electrónicos y ella cuidaba niños, con sólo 15 años teníamos casi un sueldo de una persona adulta con un empleo establecido.
Todo lo guardabamos para nuestro futuro y el día de nuestra ceremonia de mayoría de edad decidimos casarnos, pensando que esto iba a durar para siempre, nunca había visto yo una relación tan larga y madura de dos jóvenes y nuestros padres estaban orgullosos de nuestra relación de amor ¿quién no? Eramos jovenes que mas que eso desde pequeños fuimos como adultos, siempre estudiando y trabajando. Nos dieron la bendición y con besos sellamos nuestros votos de amor.
Han pasado 8 años, yo con solo 28 años y ya tenía mi primer divorcio después de encontrar a mi mujer con otro hombre, lo que para mi era intolerable. La verdad ni recordarlo quiero.
Regresó de mis pensamientos de nuevo a la sala donde la abogada me explica todo el protocolo de divorcios, se ve que todo va a ser muy fastidioso por sobretodo la división de bienes, ¡y gracias al señor que no tuvimos hijos! Si fuese así esto sería más tedioso aún.
Cuando acabo de hablar con la abogada, terminamos de cuadrar la siguiente cita en dos semanas en donde tendría que traer a mi pareja para estructurarbien la división de los bienes. Me levanto de la silla y ella hace lo mismo y viene el mismo apretón firme y simple. Aprovecho y le vuelvo a ver de arriba a abajo. Una última mirada a lo que podría ser lo más bonito de mi día.
Y me dirijo a la universidad, yo ya tengo una carrera y en este momento trabajo en la segunda, soy ingeniero en sistemas, trabajo manteniendo negocios por internet desde mi casa mientras saco diseño gráfico, me va muy bien en los negocios por internet donde puedo vivir con lujos y sin problemas. Tambien suelo hacer cualquier tipo de trabajos que se me asignen, si en ese momento no sé hacerlo no me cuesta aprender.
- ¡Holaa hombre libre! - Me dice mi amigo Eduardo dándome un golpe en la espalda.
- Callate.
- ¿por qué tan malhumorado si eres hombre libre? Libre para la puteria.
- Estúpido, precisamente por la puteria estoy así.
- sabes, lo dices porque en tu vida solo sabes lo que es tener una sola mujer, no sabes lo que es ser feliz. ¡cuanto hay tantos peces en el mar y tu anclado en uno solo! Yo te enseñaré. Tú tienes para ser el rey de los hijo de putas y dejame decirte que has derrochado ése talento toda tu vida. Sabes, hoy vamos a beber.
- No es necesario.
- No, no. Si es muy necesario. Todos necesitamos ahogar las penas con alcohol. Tu también, es hora de cambiar, no por ti sino por venganza. Jajaja, es broma.
-¿Qué pasó muchachos? - llega Christian y los demás muchachos - Nada, que este hombre no quiere pulgar las penas con nosotros.
En ése momento todos empezaron a acosarme con el tema hasta que no hubo otra opción que aceptar.
Y asi llegó la noche, en la disco llena de alcohol, no sabia que tenía tantas ganas de beber como ahora pero mientras más bebía más absurdo pensaba... Deseo estar con ella, y llamarla. Volver con ella sin importar el qué...
Deseos, deseos, deseos de ella. No dejaba de pensar y no dejaba de beber p3ro siempre habia sido bueno con el alcohol.
El grupo de muchachos que antes eran 8 se fueron dispersando, por toda la disco estaban regados, bailando con mujeres desconocidas, cazando por la puteria.
Y yo estaba frustrado sentado a la orilla del bar, pensando en la caraja que nunca me iba a amar. Me levanto molesto, dispuesto a volver a mi casa, pero en el medio del camino, entre la pista de baile se me pega de la nada una chica a bailarme, olía a alcohol como si la licoreria fuera toda de ella, gritaba como loca y me pegaba su trasero en toda mi entrepierna estimulandola.
Esto es la puteria.
Recuerdo que ése día ella también ella apestaba a alcohol, me imagino que ése día, quizá, ella se pego al tipo de esta forma como la chica enfrente mio, rozando su cuerpo sin ninguna vergüenza, y él tipo quizá también empezó a bailar con ella asi como lo estoy haciendo yo, y se acercaban cada vez más y más, hasta que un beso apacionado salió, y las manos empezaron a vola por todo el cuerpo y el calor se extendió.
La chica no era muy guapa así que aproveche el alcohol para ayudarme a imaginar a la abogada de esta mañana; hermosa, me imagino que ella nunca estaría en un lugar así, poniendo una cara así como la de aquella chica, apestando a alcohol o moviéndose así, rozando su cuerpo lentamente sobre el cuerpo de un desconocido. La pareciera la típica chica que no cree en el amor, ni en las relaciones, que nunca ha tenido un amor, ni ha ido a una fiesta, que solo se concentra en trabajar y no está apestando a alcohol, se veia tan seria y estricta ¿Cómo seria corromperle?
sin saber cómo de un momento a otro estas en una discoteca y luego en un motel.
Y la imagine en todo, a ella, a ésa abogada, yo soltando su coleta perfectamente puesta y tomar su cabello entre mis manos, tenerla en cuatro y mantener su cabello entre mis manos ¿qué pasaría si lo jalara?... ella podría gemir, gritar, o quizá morderse los labios, ¿qué haria?
Y sus labios, ¿serán tan duros como su sonrisa? ¿O quizá suaves y tímidos?
Y cuerpo, sus esbeltas piernas entre las mías, y sus brazos rodeando mi espalda, buscando apoyo en mi frenesí, mientras ardemos en las llamas de este infierno, hasta rompernos y llegar al fin.
Me levanto primero que la mujer, y por fin la puedo ver bien, es pequeña y un poco rellena, con unos cabellos negros como el azabache. No era la abogada, ni mucho menos tan hermosa como ella, pero por suerte no recuerdo absolutamente nada de nuestro encuentro.
Me preparo rapido para irme antes de que despierte, no sé como después de tanto alcohol puedo sentirme tan bien. Me gusto la noche, me gusto la cosa. Creo que éste dia a marcado el inicio de mi puteria.
Si te gusto mi post, ya sabes qué hacer
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buena historia
wow!! cuanto detalles amiga jejej me gusto todo el contexto
Gracias, tratere de hacerlo lo mejor la proxima vez. Es un tema que me cuesta ya que sé cero sobre el amor y no hasta hace poco fue que me empezo a interesar el tema y leerlo, ya que para vivirlo no he tenido suerte xD Antes le huia a todo lo relacionado al tema, me era muy incómodo, pero la vida esta en base a eso amor y atracción
Creo, con sinceridad, deberías agregar más imágenes, puro texto hace que tus lectores se cansen; también debería dar mayor forma al texto (justificándolo), para más información sobre como hacerlo en éste enlace.
Gracias por tu critica constructiva y tus aportes. Tratare de hacerlo mejor la proxima vez y usar tus enseñanzas