Estas personas mirando a través de una reja encadenada, que no les permite cruzar, con las manos atadas por ellos mismos, mirando impávidos en aptitud de simples espectadores. Y el poema perturbador. Excelente.
Estas personas mirando a través de una reja encadenada, que no les permite cruzar, con las manos atadas por ellos mismos, mirando impávidos en aptitud de simples espectadores. Y el poema perturbador. Excelente.
Algo así, Mariq, somos una especie extraña, aunque no sé por qué motivo, creo que aún tenemos arreglo.
¡¡¡Jajajajajaj! si.