Un lugar entre los pinos
Que sonido tan peculiar se escucha cuando el viento pasa entre las ramas de los pinos, el sonido de una tempestad. Admirado por la maravillosa sensación me senté debajo de uno de estos gigantes y cerré mis ojos. Con el poder de la imaginación subí hasta la cima de este y observé lo pequeño que se vuelve el mundo cuesta abajo. Volví a bajar al oír una melodía, una maravillosa melodía salida de un cuento de hadas. Afine mi oído para conocer la procedencia de esta, y a paso seguro me adentre en el bosque. Metros más allá encontré al ser de quien procedía tan armoniosa melodía, sin duda tan bella como un hada y desplegaba un fulgor que inundaba todo el lugar. Le salude y ella respondió invitándome a sentarme y compartir de la encantadora tarde y comer de tan apetitosa comida. Las horas parecieron minutos y la noche nos alcanzó. La luna nos acompañó sin dejar lugar a la oscuridad y el cielo se pintó estrellado para darnos un espectáculo. Pero, lamentablemente, debíamos partir. Se despidió con un magnifico beso en la mejilla y volvimos cada cual por su camino.