Las elementales de Akumajaa Capítulo 1

in #spanish7 years ago (edited)

Capítulo 1. Actualidad.

Isashii Bajaba por las escaleras del calabozo bajo el castillo elemental de la ciudad central de Mma Ekii: A’akaMma. Sin hacer el menor ruido logró descender pese a la oscuridad y humedad, el lugar exhibía ventanas tan pequeñas que apenas dejaban entrar la luz de las lunas hermanas. Al llegar abajo tropezó con una joven que lo miró fugazmente llena de terror pero luego de notar los ojos policromados de la persona con la que tropezó, expresó un poco de alivio en el rostro.
  • Isashii, ya han comido. ¿Qué harás tan tarde acá abajo? Tú casi nunca bajas a verlas, ya deben estar dormidas.

  • No te preocupes. He recibido una carta, solo bajaré para asegurarme de que se enteren de lo que sucederá mañana.

La joven bajó la cabeza asintiendo y retirándose inmediatamente. Isashii dirigió su mirada hacia una de las pequeñas ventanas, su ojo derecho era de color pardo mientras que el izquierdo brillaba con un color azul plata que apenas se notaba bajo la luz que emanaban Epeya y Emiirua. Isashii era un hombre alto, atlético de piel clara con un corte de cabello particular, pues solamente conservaba un gran mechón negro que caía hacia adelante cubriendo parcialmente su ojo azulado y conservando todo el resto de su cabeza rapada; llevaba su barba fina y unas cejas tupidas que enmarcaban su mirada penetrante. Su vestimenta era un pantalón naranja holgado y una cadena dorada donde colgaba un pequeño reloj de arena de color cobre sobre su muñeca derecha. Unos minutos después de que la chica se retirase él se dirigió hacia una puerta de madera gruesa que se encontraba detrás de una pared de barrotes de hierro, la reja estaba abierta y él entró sin vacilar hasta detenerse dentro. Tomó de su espalda una carta que guardaba y la observó detenidamente, el nombre en el sobre se dejaba leer muy claro: “Akumajaa”. Aquellas palabras le traían recuerdos, pues, hacía ya varios años que aquel nombre no se escuchaba dentro de las paredes de aquel castillo. Una enorme frustración se esbozó en el rostro de Isashii y casi enseguida se escuchó la voz de una chica tras la gruesa puerta de madera.
  • ¿Tienes algo para nosotras?
Isashii reaccionó sorprendido y volvió a guardar la carta por reflejo. Observó la puerta detalladamente conociendo de sobra que esta no tenía ninguna abertura donde alguien pudiese ver a través de ella lo que él mantuvo en sus manos hasta hace unos segundos. La voz volvió a resonar tras la puerta.
  • Tú no sueles venir si no es porque tienes algo para nosotras.
Isashii vuelve a impresionarse porque aquella chica sin verlo lo reconoció. En ese momento decide responderle:
  • ¿Cómo supiste que era yo?
Hubo un momento de silencio. Isashii decidió olvidar el cómo lo reconoció y continuó:
  • No importa, he recibido una carta. Mañana tendrán una visita y deberán estar presentables a tempranas horas de la mañana. Eso es todo.
Hubo otro momento de silencio, Isashii disponía a dar la vuelta cuando la chica tras la puerta lo detuvo con la palabra:
  • ¿Vendrás también?
Isashii dudó unos segundos antes de contestar:
  • ¿Tú eres Siki?
No se escuchó respuesta alguna, así que Isashii dio la vuelta, caminó hasta la reja de metal y mientras la cerraba agregó:
  • Hasta mañana Siki.

La reja se cerró y volvió a reinar el silencio en aquel lugar tenebroso. Tras la puerta, una joven de piel tostada y cabellos que a medida que ascendían se volvían de fuego se hallaba sentada con la espalda apoyada contra la puerta donde del otro lado Isashii estuvo hace unos momentos. La chica sonreía tiernamente mirando con sus vistosos ojos púrpuras la hendidura de la puerta, su cabello era la única fuente de luz a parte de unas pequeñas ventanillas muy arriba que apenas dejaban entrar la luz de la noche logrando desvelar su hermosa figura esbelta. La joven que parecía estar en otro mundo reaccionó haciendo que su cabello dejase de brillar para arder de forma agresiva tornándose de una gama de colores cálidos particulares del fuego, frente a ella había una chica joven de piel clara, cabellos rubios y cortos que la miraba con frialdad, ésta era mucho más delgada, baja en estatura y escasa en proporciones al compararse con el cuerpo de la morena que seguía sentada en el suelo.
  • Siki, ¿Otra vez esperando?

  • Es solo que…

Siki habló con vergüenza pero no pudo evitar esbozar una tierna sonrisa para continuar:

  • hoy si vino. Sabía que vendría.
La chica no dijo nada pero en su rostro se notaba la desaprobación por la reacción de Siki. La chica de cabellos de fuego continuó consciente a la reacción de su compañera:
  • Waratshii, sé lo que ustedes piensan de él pero-

  • Olvídalo Siki.

Waratshii, se da media vuelta y camina hacia el interior de la habitación deteniéndose antes de perderse en la oscuridad mirando a su compañera que seguía recostada a la puerta de madera:
  • solo ve a acostarte.
Waratshii desapareció en la oscuridad y Siki se levantó un rato después, volvió a mirar la puerta y luego con una expresión tenue siguió los pasos de su compañera.

Esa misma noche a unos cuarenta kilómetros de la capital A’akaMma en uno de tantos poblados sin nombre un joven de cabellos largos afilaba su espada sentado sobre un tronco frente a una enorme fogata, llevaba el cabello suelto, liso y largo hasta la mitad de su espalda de un color rojo caoba, vestía un pantalón holgado y una franela sin mangas. Era un joven delgado y se encontraba detrás de una especie de caballo (que se conocían como “Amas”, animales de cuello largo, cuerpo marrón y cabellos dorados) que descansaba apacible y detrás de una cabaña de piedra de la cual, otro joven igualmente delgado pero menos alto, vestido con una túnica púrpura amarrada con un listón amarillo y grueso en la cintura, salía sosteniendo un báculo con una piedra color plata en la punta, este llevaba un arete largo con dos círculos uno dentro del otro (Amarillo el pequeño y púrpura el grande) en su lóbulo derecho, sus cabellos eran negros y sus ojos eran de un color plata azulado algo parecido al de la piedra que llevaba en su bastón. El primero, llamado Ayaa, habló al notar al joven sacerdote salir de la cabaña.
  • Vuelve adentro Jouktai, podría ser peligroso acá afuera.

  • ¿Qué tanto peligro podría haber si eres tú quien me protege Ayaa?

Ambos jóvenes se sonríen y Ayaa deja que Jouktai se siente a su lado. El primero sigue la conversación:
  • Entonces –Pregunta Ayaa- ¿Ha ocurrido algo? Nuestro viaje desde el templo ha sido largo, nunca pensé que tú serías capaz de dejar el templo y no me has querido decir nada desde que partimos del norte.

  • Akumajaa…

En ese momento Ayaa deja su espada a un lado y se lo queda mirando mientras que Jouktai miraba al cielo pensativo.
  • Me ha revelado más de lo que pensé.
Jouktai cierra los ojos y levantó su barbilla de forma casi imperceptible antes de continuar:
  • por eso he dejado el templo…

  • Siempre supe que lo hacías por el deseo de la Diosa Akumajaa.

  • Pero nunca te conté las razones…

Jouktai vuelve a abrir los ojos y mira directamente a Ayaa que a su vez dirigía toda su atención al joven sacerdote.
  • Wanülüü ha enfermado la mente de un hombre de mucha influencia desde hace muchos años y todos los que le seguían cayeron en el hechizo de aquel temible demonio... Yo era muy joven, aún no habías entrado al templo cuando sucedió.
Ayaa sintió un escalofrío en el cuerpo y no pudo mantener la mirada a su acompañante.
  • Entonces… ¿Cuál es la razón de nuestro viaje?

  • Ayaa, si tuvieses que asesinar a un guardián elemental ¿Serías capaz de hacerlo?

Un sobresalto hizo que Ayaa volviera a dirigir su mirada a Jouktai que se encontraba sereno, mirándolo fijamente.
  • ¿Me estás diciendo que vamos a matar a alguien de los tuyos?

  • No.

Aquel monosílabo alivió la mente intranquila del joven espadachín y justo cuando volvía a tomar su espada, lo que escuchó a continuación le heló la sangre.
  • Ese guardián no es de los nuestros.
Hubo silencio y si el viento no hubiese soplado con fuerza haciendo que los cabellos de ambos ondearan hacia el sur se pensaría que el tiempo se detuvo por unos segundos.
  • Jouktai, soy guerrero de la élite real de A’akaMma. –Su brazo toma la espada y la envaina en su funda- Toda la gente cree firmemente en las palabras de cada guardián elemental, no puedo traicionar a mi gente.

  • La diosa Akumajaa, nuestra creadora, lo comprende profundamente, conoce tu lealtad y tu temple y también sabe que tú harás lo correcto. Eres un hombre justo Ayaa.

Ayaa se levantó bruscamente pero Jouktai no se movió ni un centímetro, ambos se miraban fijamente; la tensión podía sentirse en el viento, en la tierra y en el cielo.
  • Jouktai ¿Qué es lo que vamos a hacer en A’akaMma?
Jouktai se levanta y con un golpe de su báculo sobre el suelo logró que el viento empezara a soplar hacia arriba haciendo que el fuego frente a ellos desprendiera pequeñas llamas hacia las alturas. La piedra brillaba como la luna Epeya y Ayaa se sintió hechizado por su poder.
  • Buscaremos a las cinco elementales.
Los ojos de Ayaa desbordaron del asombro dejando caer su espada al suelo. Jouktai lo miraba con firmeza.
  • Jouktai… -Dijo ensimismado el espadachín- Isashii, ¿Qué le dijiste a Isashii?

  • Ayaa, las necesitamos para cumplir los deseos de Akumajaa.

De una sorpresa absoluta Ayaa se debatió entre el miedo y la ira:

  • Estás loco, ¿A caso no recuerdas lo que ocurrió hace catorce años?

  • Wanülüü hace catorce años empezó la persecución de las elementales dirigida por Shokotaa.

  • ¡NO! ¡LAS CINCO ELEMENTALES! ¡QUÉ HICIERON ESAS CINCO! ¿LO RECUERDAS?

Las palabras subidas de tono no doblegaron al sacerdote y Ayaa comprendió que se había ofuscado por los recuerdos que lo abrumaban. El viento dejó de soplar al tiempo que la ira de Ayaa disminuía. Solo cuando se calmó, Jouktai le respondió:

  • Lo recuerdo.

Ayaa se dejó caer en el tronco, mirando fijamente al fuego.

  • Jouktai, le debo mi vida a la creadora pero liberar a las elementales…

  • Isashii las selló a las cinco. Ninguna puede hacer un daño mayor al que yo pudiese provocar.

Ayaa aún no parecía convencido pero no siguió objetando, tomando nuevamente su espada y colgándosela en el cinturón. Esto decepcionó a Jouktai quien suspiró con suavidad y se acercó a Ayaa hasta colocar la piedra de su bastón en su frente.
  • No podremos continuar si no estás del todo convencido. Deja que sea ella quien te lo muestre.
Hubo un enorme silencio y los ojos verde avellanas de Ayaa se mantuvieron fijos en la piedra hasta que lentamente se fueron cerrando. Él volvió en el tiempo recuperando los recuerdos de su infancia en los manglares de la capital del este…

Ayaa observaba a una niña de cabellos entre aguamarina y castaños con ondas que le daban mucho volumen, ojos azul profundo como el mar y una piel blanca como el marfil. Esa niña se encontraba caminando sobre el agua cerca de los manglares; estaba asustada por la gente que quería atacarla. Una voz entró en los pensamientos del espadachín:
“Hace 14 años la elemental del agua fue agredida por su propia gente tras la rebelión de Shokotaa, quien hizo de falso vocero de Akumajaa por su condición de guardián elemental e hijo del gran Awarala”. Mientras las personas se acercaban, el cabello de la chica se volvía completamente aguamarina hasta tornarse en un azul intenso, ella se acercaba más y más al mar hasta que de un tropiezo dejó de usar su poder hundiéndose hasta que el agua le llegó a la cintura. “Luego de muerto su padre, dictó matar a las elementales al igual que a los guardianes que se revelaran ante la orden”. La niña empezó a derramar lágrimas y quedó paralizada mientras veía como se acercaban los hombres que iban a matarla. No había nadie que la defendiera. En los labios de la niña se leyó la palabra “papá” cuando su mirada se perdió en las personas que se encontraban a lo lejos observando. Ayaa era una de esas personas que estaba observando a la distancia muy preocupado por su padre y sus hermanos que se encontraban cerca de la elemental del agua. “Casi todos los guardianes elementales de mayor nivel fueron asesinados para defender a esas cinco niñas que fueron bendecidas guardando cada una en su interior el poder de Akumajaa… Y aunque esos guardianes no lograron su cometido de defenderlas… Ellas resistieron”. Cuando la niña de cabello azul fue tomada por los hombros un sobresalto hizo que las aguas se abalanzaran contra su agresor, luego estas elevaron a la pequeña en un remolino hasta unos diez metros de altura. Las personas quedaron perplejas y solo observaron impotentes como el pequeño brazo izquierdo de la niña se elevaba con delicadeza haciendo que las aguas cubrieran la luz del enorme lucero Ashi.


La ola calló ahogando a todas las personas a su alrededor y justo en ese momento Ayaa abrió los ojos. Jouktai ya no se encontraba frente a él sino a un lado y el fuego se encontraba apagado. Miró hacia Emiirua y suspiró para sí.

  • Akumajaa, ese día no me dejaste morir… ¿Había una razón para eso?
Si hubo respuesta no fue dicha en forma de palabra, pero unos ojos amarillos de reptil se asomaron a su mente. La simple tranquilidad de la noche bastó para que Ayaa se convenciera que de alguna manera haría lo correcto. Cerca de él sobre un árbol un curioso animal emplumado del tamaño de una lechuza lo miraba con sus enormes ojos de color purpura y centro amarillo. Era un Wuchii y Ayaa conocía el significado de su presencia. El pájaro de plumas elegantes aleteó elevándose y perdiendo su hermoso plumaje en la inmensa oscuridad de la noche mientras Ayaa sonrió para sí. Él tomó su espada y se levantó sin dejar de mirar al ave magistral hasta perderle la vista, luego dirigió su mirada a su amigo de la infancia.
  • Mañana es un largo camino a A’akaMma –Dijo mientras soltaba la funda donde reposaba su espada amarrada a su cintura- habrá que madrugar para llegar a la hora que haz establecido en tu carta a Isashii.

Jouktai solo sonrió condescendiente y caminó hacia la cabaña.

Prólogo: https://steemit.com/spanish/@majo94/las-elementales-de-akumajaa-prologo

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Muy interesante la historia de las Elementales, un mundo paralelo en donde hay dos lunas en cielo, bueno dos satélites, o quizás dos planetas mas pequeños, con un lenguaje, paisajes y personajes característico. Felicitaciones, la seguiré con atención..! Saludos mi bella @majo94!

Creo que deberias modificar algunos dibujos y subir la misma historia, esperando para votarla :D

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