New York, un relato.

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Un atardecer raro, de un día de invierno, se notó un incremento antinatural de las temperaturas, deseaba ver las noticias a ver qué explicación daban los metereológos a esto.

Después de quince días, con la misma foto fija de color naranja, una temperatura constante de casi cuarenta grados y la humedad desvaneciéndose de forma paulatina con el paso de las semanas.

La vida, exteriormente, no había cambiado mucho, el mismo trajín, las mismas discusiones absurdas a todas horas, nada excepcional, excepto que estaba de vacaciones y tenía tiempo de pensar las consecuencias de cada maldito segundo a esta elevada y constante temperatura.

A pesar de ser EEUU, y tener una economía incólume y de infinito y exponencial crecimiento, se fueron notando indicios que algo no iba bien. La gente, que no se alteraba ante las temperaturas, que achacaban a fenómenos pasajeros, empezaba a inquietarse en el momento que les faltaban alimentos de sus siempre bien abastecidos super mercados.

Al cabo de otros casi quince días, mis vacaciones, se transformaron en despido, mi empresa dependía como tantas otras del comercio y el resto del mundo, notaba de forma acelerada el calentamiento global, como un motor sin combustible, se fue parando de forma lenta pero inexorable.

Habíamos perdido toda la memoria de cultivo para el auto abastecimiento, para la cada vez más perentoria necesidad de alimentar a una población sobreestimulada al consumo. Las pocas personas que aún sabían cómo cultivar se les facilitó el acceso a los bancos de semillas, pero la superficie de cultivo, resultaba a todas luces insuficiente.

La superficie de tierras fértiles, tan escasas pero totalmente suficiente para alimentar a una población diez veces superior, fue poco a poco abandonada en su uso agrícola para construir acá urbanizaciones de lujo, allá un almacén que almacenaba productos de primera necesidad de todo el mundo para entre otras cosas, especular con ellos y empobrecer aún más al resto de países obligándoles a producir más y más, contribuyendo igualmente al aumento del calentamiento global y el deterioro de las condiciones en el planeta...

La muerte, se fue convirtiendo en una constante, que en un principio afectaba a las clases más desfavorecidas, pero en una escalada sin precedentes debido a la galopante escasez, hizo que el total de los recursos, se concentrase en el 10% más rico, bien protegidos por sus ejércitos privados en sus residenciales aislados de lujo...

Y pensar que todo esto se podría haber evitado, si no nos hubiéramos retirado de ese acuerdo sobre el clima...

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