El poder de la mente

Saludos mis queridos amigos en esta ocasión les comentare acerca del poder de la mente, en una oportunidad les hable de la palabra y como a través de ella somos impregnados de energía positiva o negativa, según seamos pero la palabra, la mente y el corazón están íntimamente conectadas y deben ir en sincronía perfecta, de la abundancia del corazón habla la boca, frase que se encuentra en proverbios.

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Es muy cierto hablamos de lo que sentimos y como nos sentimos pues así reflejamos lo que somos, pero inevitablemente nuestra mente juega un papel muy importante existe en nosotros un estado consciente y el subconsciente donde se generan los más profundos pensamientos y emociones y es allí donde se producen todo tipo de conflictos internos, según estudios realizamos un doce por ciento de trabajo con nuestra mente consciente, mientras el ochenta y ocho por ciento con nuestro subconsciente.

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La mente tanto consciente como la inconsciente son una herramienta muy importante, para nuestra realización interior y no es que sean dos mentes es una sola solo que están divididas por un velo que no conocemos, así los más profundos recuerdos desde niño te han marcado para bien o para mal haciendo sentir sus consecuencias en el ahora inmediato forjando una respuesta programada desde tu interior.

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Por lo tanto es necesario empezar a discernir y educar nuestra mente por medio de la meditación desintoxicarla y elegir que pensamientos deseamos que nos visiten, para tener el control sobre nuestros pensamientos y crear positividad contigo mismo establecer un monologo de conversación donde digas palabras de afirmación positiva acerca de ti y lo que vales, también puedes crear un mantra positivo que repitas colocando tu mano sobre un punto específico de cuerpo.

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Otra de las técnicas es practicar la visualización que te permite atraer lo que deseas al mismo tiempo que planificas y eres diligente en alcanzar tus metas, es imprescindible en este punto mencionar tu potencial de fe, cuanto crees que puedes alcanzar, la fe es tener la certeza de lo que se espera y la seguridad de lo que no se ve, pero sabes que está allí.

Cada ser humano es dotado con una medida de fe, está en tus manos acrecentarla y usarla para impulsarte tras tus metas.