Pensar Distinto no nos hace Enemigos.
Tanto en la política como en la actividad gremial, el hecho de pensar diferente no nos puede convertir en enemigos. Debemos recordar que en principio cada ser humano es un "individuo" y como tal, tiene diferentes formas de pensar, sentir y actuar, como bien lo describe Elaine de Beauport en su obra: Las Tres Caras de la Mente. Se trata entonces de buscar un punto de equilibrio y de reconciliación, donde prevalezcan el respeto y la tolerancia, dos palabras que al parecer debemos poner en práctica en nuestras relaciones interpersonales.
Es normal, que existan discrepancias en los equipos de trabajo, recordemos que los problemas al igual que las "diferencias" siempre van a estar presentes a lo largo de nuestras vidas, lo importante en este caso es saber cómo vamos a reaccionar ante tales eventualidades. No podemos caer en el error, de excluir o desprestigiar a otras personas, sólo porque su opinión en un momento dado no sea conveniente para "ciertos" intereses, más aún si se refiere a un gremio profesional, donde se supone debe prevalecer el diálogo y la cordialidad entre sus miembros.