La compañía elemental (Cap 2) Mi elección, Mi Compañía, Mi Arma
Tras el día de clases, Alice caminaba con la mirada en el suelo, pensando en el arma que usaría a partir de ese día, nunca se considero buena en combates cuerpo a cuerpo, ni con armas, no podía imaginar nada que le gustara o le permitiera usar el verdadero potencial de su elemento luz
Siguió caminando intentando visualizarse usando alguna arma pero no tenía nada en mente, cuando llego frente a su casa, le recorrió un escalofrió, la luz estaba encendida y la puerta estaba levemente abierta, miro el reloj en su muñeca izquierda, aun era muy temprano para que su abuelo estuviera de regreso, metió su mano derecha en el bolsillo de su uniforme y agarro con fuerza su piedra elemental, mientras caminaba temerosa en dirección a su vivienda, al entrar, no cerró la puerta, si no que camino intentando no hacer ruido, hasta que a sus oídos llego una familiar risa que escucho por primera vez hace dos años, notablemente más relajada, camino hasta la sala de estar, sonrió al ver sentada en el mueble frente al televisor a una persona de familiar cabello castaño levemente rizado atados en una cola, que tenia la mirada fija en el televisor por el que corría una película animada, antes de poder sorprender a la chica abrazándola desde atrás, esta hablo
Ante el hecho de verse descubierta, simplemente suspiro antes de caminar, para dejarse caer junto a la chica, que no tardo en dirigir una mirada con sus ojos naranjas
-¿vine a visitarte en buen momento?-
Alice-sí, quiero hablar contigo de algo-
-bueno, aquí me tienes-
Alice-¿cómo decidiste cuales serian tus armas?-
-que rara tu pregunta, ¿Por qué el interés?-
Pregunto la chica mientras agarraba el control y ponía en silencio el televisor, ayudar a su amiga era más importante
-ya veo…bueno, sinceramente siempre jugaba con papá, durante esos juegos use versiones inofensivas de todas las armas de las que tenía conocimiento, hasta que encontré unas que desde ese momento nunca cambie-
Alice-tus espadas gemelas-
-exacto-
Alice-eres impresionante, yo no sé que podría usar-
-lo tuyo no es pelear a corta o media distancia, eres más como un constante apoyo, ¿Qué tal un arco?-
Alice-no tengo puntería-
Aquella joven cruzo sus brazos a la altura de su pecho, mientras su gesto cambiaba a uno pensativo, hasta que algo se le ocurrió, sonriéndose a su amiga dijo
Alice-pues…no-
-entonces has esto…-
Tras estas palabras, la joven sonrió y murmuro algo en el oído de Alice, esta asintió ante la sugerencia de su amiga, justo antes de darle un fuerte abrazo
Bella-descuida-
Tras estas palabras, Alice se levanto y se alejo de la sala de estar, Bella siguió el caminar de su amiga por un momento, poco después tomo el control y quito el silencio del televisor, centrando su atención en la película animada.
Emily estaba en el mesón de la cocina, esperando la cena, mientras tenia frente a sí, una hoja en blanco junto con un lápiz y una borra
Emily-mamá por favor, intento concentrarme-
Nicole-lo lamento, pero me da tanto gusto-
La mujer con una sonrisa en su rostro siguió trabajando en la comida, mientras Emily mordía levemente el lápiz sin saber cómo iniciar, pues aunque tenía una imagen muy nítida de lo que quería, no sabía cómo plasmarlo en el papel
Emily-es que…sé lo que quiero mamá, pero no sé como dibujarlo-
La mujer aprovechando que necesitaba que el agua hirviera para seguir cocinando, se sentó junto a su hija
Ante las palabras de su madre, Emily sonrió, pasaron unos minutos antes de que pudiera explicar lo que quería, cuando Nicole entendió de lo que se trataba alegre abiertamente ante la originalidad de su hija
Emily-mamá…-
Tras estas palabras y dejando el lápiz a la mujer, Emily observo a su madre dibujando un par de guantes y dándole forma rápidamente, Nicole dejo el dibujo en manos de su hija, le sonrió antes de regresar con la comida, Emily miro el par de guantes en el dibujo, volvió a sonreír, mientras empezaba a colocar sobre la base una pulsera en las muñecas, esta pulsera conectaba con un pequeño dispositivo de resortes que se conectaba finalmente a tres cuchillas, en la pulsera de la muñeca, dejo un agujero, donde en el momento de forjar aquella arma, iría la piedra elemental, suspiró ante aquello, conforme con el resultado.
Michel estaba en su habitación, con una sonrisa tranquila, mientras buscaba una hoja de papel y un lápiz entre sus cosas, escucho pasos en el pasillo de su casa, pero no le prestó atención hasta que la persona dueña de ellos estaba en su habitación, una mujer de treinta y ocho años, de cabellos negros y mirar marrón oscuro
Michel-lo estoy madre-
La mujer entro hasta estar junto al lugar donde se encontraba sentado su hijo, dirigiendo su mirada a la hoja de su hijo, donde un arma empezaba a tomar forma
Michel-mamá por favor-
-lo siento Michel, es que me alegra mucho y al mismo tiempo siento que ya al día siguiente estarás saliendo de Calizo y terminare quedándome aquí sola-
Michel-mamá, sabes que no estarás sola, si bien es verdad que me iré del pueblo, siempre regresare aquí, es mi hogar al fin y al cabo-
La mujer abrazo a su hijo, justo para ver como el muchacho le hacia un último trazo a su dibujo, levantando la mirada con un gesto de nostalgia
Michel-sí, estoy completamente decidido con esto-
(Risa)-me alegra mucho hijo, pero no sé si sea la mejor opción para hacerle competencia a esa chica-
Michel-al contrario mamá, Bella no sabrá que la golpeo cuando lleguemos a enfrentarnos-
La mujer sonrió con dulzura ante la sonrisa de determinación que pintaba el rostro de su hijo.
Chris caminaba de un lado a otro dentro de su habitación, mientras una hoja en blanco descansaba en el escritorio que tenía en su habitación, hasta que escucho la puerta de su cuarto abrirse, era un hombre de cabellos plateados cortos y una mirada verde
Chris-ha, lo lamento papá, es solo que…no se que entregar-
El hombre entro en la habitación de su hijo y se sentó en la silla desocupada frente al escritorio mirando la hoja completamente en blanco
Chris-¿tú crees?-
-si, después de todo es una decisión muy importante-
Chris-bueno… ¡no!, no quiero retrasarme, Sophia y Emily ya tenían sus ideas claras, me dije a mi mismo que cuidaría de ellas, pero no podre hacerlo si me quedo atrás-
(Sonrisa)-eres todo un caballero Chris, me enorgulleces-
Chris-bueno, ellas son mis amigas y les tengo mucho aprecio-
-¿sabes hijo?, los caballeros siempre han tenido una gran gama de armas, porque no investigas un poco, tal vez alguna llegue a interesarte, ¿no crees?-
Chris-¡sí!, tienes razón, ¡gracias papá!-
El hombre sonrió con un pequeño brillo demostrando su genuino orgullo, hasta que un olor a leve quemado llego a sus narices
-bueno…-
El hombre con notables nervios salió con prisa de la habitación de su hijo, causando la risa de este último.
Chris sonrió al ver el dibujo de su arma ya terminado, era un látigo de cuero, con el agujero para la piedra elemental en su agarradera, escucho que tocaban la puerta de su habitación, con aquella sonrisa en su rostro se acerco a la puerta y la abrió, una mujer de cabellos negros y mirar morado le sonrió, Chris le correspondió la sonrisa antes de dejarle pasar
Chris-así es mamá y es fantástico, estoy muy emocionada por que llegue el momento de hacerlas nosotros mismos-
(Risa)-tu entusiasmo es notable, ¿hablaste de esto con tus amigos?-
Sophia-sabes que si, mamá, Emily dijo que ya lo tenía en mente, pero Chris no tiene ni la más mínima idea, ya quiero ver con que me sorprenden-
-son unos niños muy buenos, espero poder verlos pronto practicando con sus armas-
Sophia-¡sí!, yo también quiero que llegue pronto ese momento-
La mujer se acerco a su hija y miro el dibujo, bastante detallado que había hecho, sonrió con orgullo antes de dejar en la frente de la chica un beso y decirle que la cena estaría lista en unos minutos.
Alice había preparado la cena, para tres personas, por mucho que dudaba que su abuelo llegara a casa para acompañarle, aun así sentada frente a ella en el comedor, estaba Bella, que comía animado ante lo que había preparado
Alice (sonrojada)-no es para tanto, es solo algo básico-
Bella-aun así, te queda increíble, lástima que el profesor no disfrute de tus comidas cuando están recién hechas-
Alice-cosas del trabajo-
Dijo Alice con una sonrisa decaída, Bella al notarlo también coloco una expresión triste
Alice-hemos hablado de muchas cosas desde que nos conocemos Bella-
Bella-sobre venir conmigo…-
Ante aquello, Alice miro con una leve expresión de sorpresa a su amiga, negó levemente con una sonrisa simple en su expresión
Bella-se que quieres mucho a tu abuelo, pero si vinieras conmigo no estarías tan sola como lo estás en esta casa-
Alice-lo sé Bella, pero te lo dije en aquel entonces, aun no puedo salir del pueblo, te prometo que en cuanto tenga edad para ello me iré contigo, pero ahora es imposible-
Ante esas palabras, la chica de cabellos castaños agacho la mirada antes de llevarse un nuevo bocado a la boca
Alice (risa)-sinceramente no sé si desconocer casi todo lo relacionado a un poblado sea considerado como algo bueno-
Bella (sonrojada)-oh vamos, no estaba tan mal, tu y Michel me explicaron todo en dos semanas-
Alice-lo sé, lo sé, pero siempre que recuerdo aquello me da ganas de reír, es muy extraño que si bien poseías ropas parecidas a las nuestras ignorabas muchísimas otras cosas-
Entre viejas y nuevas anécdotas, llegaron las 10:00 de la noche, junto con aquella hora nocturna, la llegada a la casa de un hombre mayor con sus cabellos ya blancos y que bestia bata de laboratorio, indico a la joven de mirar naranja que era momento de irse
-lamento mucho llegar tan tarde Alice-
Alice-no te preocupes Abuelo, Bella me ha estado acompañando-
Ante la mención de su nombre, la mencionada sonrió al hombre mayor, este le dirigió una mirada de desconfianza, que levemente desapareció al ver lo feliz que se encontraba su nieta
Antes de que la chica saliera de la casa, Alice intercambio una rápida mirada con su abuelo, este suspiro antes de asentir con la cabeza, Alice sonrió y corrió tras los pasos de su amiga.
Caminaban por las calles del pueblo en un leve silencio, acompañadas por los sonidos que llegaban desde la naturaleza fuera de los muros de cal que delimitaba el pueblo
Alice-¿Maika?-
Bella-si después de esos dos años aun sigues estando sola… ¿vendrás conmigo cuando te den el permiso de salir de aquí?-
Alice-si, es una promesa-
Ante las palabras de su amiga Bella sonrió, tras esas palabras fueron acompañadas nuevamente por el silencio, hasta llegar al límite del pueblo, Alice se acerco a Bella y le dio un abrazo de despedida
Bella-quien sabe…ya nos veremos, hasta otra Alice-
Alice-si, hasta pronto Bella-
Ante esas palabras, Alice tomo distancia de su amiga, esta volteó antes de tras emitir relámpagos desde sus pies y saltal el muro de cuatro metros, Alice sonrió antes de empezar a alejarse del lugar.
Sin darse cuenta ya había llegado el día de mostrar sus dibujos, Chris fue el primero que con nervios cubriéndolo le mostró al profesor un dibujo de una espada doble filo de gran tamaño, una claymore, con el agujero donde iría la piedra en el centro de la guarda, el hombre sonrió y le dio indicaciones para llegar al lugar que le correspondía para hacer su arma, seguidamente fue el turno de Michel, su alabarda mostraba en su cabeza en el lado de la cuchilla de hacha el agujero para su piedra elemental, fue dirigido al mismo lugar donde Chris había ido, seguidamente le llego el turno a Sophia, que mostró su látigo con aquel agujero en su agarradera, fue dirigida en una dirección diferente, misma a la que enviaron a Alice, al ver, con sorpresa que no eran más que unos guantes algo fortificados por los cuales podría emitir técnicas elementales, según explico al profesor, con el agujero para su piedra elemental en el dorso del guante derecho, finalmente la ultima en mostrar su arma fue Emily, eran un par de guantes simples, con pulseras de metal a la altura de su muñeca, que conectaban con tres cuchillas de metal que sobre salían del guante, en uno de los lados de las pulseras había un pequeño botón que según la explicación de Emily guardarían las cuchillas cuando no fueran necesarias y finalmente, el agujero elemental en la pulsera del guante izquierdo
Emily-si, gracias profesor-
Lentamente los días corrieron, los cinco por fin tuvieron a su alcance sus armas hechas por ellos mismos, el primer paso de muchos otros que los llevarían a vivir más allá de aquel pueblo, de aquel muro.
El segundo Capitulo de esta historia esperamos que les guste y lo apoyen!
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