así es el habitante
de la ciudad con mentalidad de pueblo grande
que es Sevilla, canis, caciques
nazis oscuros de piel que quieren ser Jesulín de Ubrique,
señoritos andaluces, albañiles de derechas,
amantes de las cruces y los trajes de luces.
Sevilla canta tanto que desafina,
lo que mas consume Sevilla son santos y cocaína,
envidiada y envidiosa, mas que otra cosa,
eso si, no tiene nada de sosa,
porque Salsa Rosa y todo se sabe, si no se inventa,
porque una cosa es lo que es y otra cosa es lo que aparenta,
Sevilla se vive de puertas afuera, es normal,
y es que tenemos un color especial,
en la capital de las cornetas, las peinetas y los trajes de chaqueta,
dentro de la catedral hay una estatua de madera sin pecado concebida.