Hay personas que sueñan con Lamborghini, con un millón de dólares o con joyas preciosas. Pero hay otros que sueñan simplemente con llegar a las estrellas. Muchos lo asociarían con querer ser astronauta. Pero hace tiempo cuando los científicos solo soñaban con llegar a la luna, existió un hombre llamado Antoine de Saint-Exupéry. Él fue piloto, en ese tiempo era lo más cerca que podía llegar a las estrellas, Antoine quería estar lo más cerca de ellas.

Él creo un cuento, el cual les puede parecer el más dulce que hayan leído, o tal vez el más triste. El primer capítulo nos presenta un hecho que dejo marcada a la mayoría de las personas, el elefante dentro de la boa parece un simple sombrero. Al enterarte que hay un elefante te sientes como un tonto, y al saber que los adultos le dijeron al pequeño Antoine que lo olvidara te hace caer en cuenta (si eres ya adulto) que tal vez le hubieras aconsejado igual. En vez de alentar a la imaginación y al talento. Dicen que un buen comienzo es aquel que atrapa el lector, y este sin duda a mí me atrapo; en el capítulo dos podemos ver como Antoine conoce al Principito. Puede que a muchos la primera impresión que da el Principito no es la más agradable, no por lo menos para personas un tanto imponentes como yo. Sin embargo Antoine no le parece del todo raro, pero claro, la situación es demasiado rara para hacer algo común. Y aquí nos damos cuenta de la inteligencia de Principito. Antoine le dibuja su boa con al elefante, el principito responde como si nada "¡No! ¡No! No quiero un elefante dentro de una boa. Una boa es muy peligrosa y un elefante es muy grande. .." Tal vez simplemente haya sido el hecho de que sea un niño. Pero para un adulto es sorprendente que contestara con tanta certeza. Si alguna vez te pareció ingenioso algo que haya dicho un niño, intenta recordarlo por siempre y aprender de ello. Al final del capítulo dos Antoine le dibuja una caja, y allí estaba la oveja perfecta. Puede que no sepas que hay en la cabecita de las otras personas, pero siempre hay una forma de hacer las cosas acertadamente..

Ya en el capítulo tres nos enteramos que el Principito viene de un planeta, un pequeño planeta. En cierta manera el Principito actúa de una forma que al común denominador seria poco agradable. Sin embargo, que se puede esperar de alguien que no es de este planeta.La última frase se este capítulo es "hacia adelante no siempre se puede llegar muy lejos...”, esto te hace pensar, para mi es simplemente que si vas siempre vas hacia adelante puedes chocar con una pared. Y lo digo literal, no hay nada filosófico; El capítulo cuatro fue uno que me produjo una esencia de melancolía, al leer una triste verdad. Este mundo se ha formado no más que por apariencias. Vemos el Caso del astrónomo turco, que no le hicieron caso la primera vez que presentó el de descubrimiento del Asteroide B612 por cargar ropas turca, sino la segunda vez solamente porque se puso un traje muy elegante. También nos hace dar cuenta sobre nuestra obsesión con los números y cifras. Creemos que con buenas cifras, conseguimos una felicidad perpetua. Yo en lo particular creo en que con las cifras correctas puedes llegar a la perfección, hay millones de demostraciones en cálculo. Pero esto no es el caso, una cosa es cierta en este capítulo y es que aunque tengas la cura al cáncer solo te harán caso con buena apariencia; en el capítulo cinco podemos ver hago que hace ver al Principito como una persona más especial y rara. Podemos decir, que nos habla de atacar los problemas a tiempo ya que si lo dejamos para después puede volverse un problema mucho peor. Como dice el dicho “el vago trabaja dos veces. En el mejor de los casos”; El capítulo seis es el simple, al leerlo te das cuenta la melancólica vida del Principito. El amor a simples cosas, que te hacen feliz. La verdad me dejo sin palabras; el capítulo siete es triste, de pronto se volvió triste. Al ver que el Principito llora, no solo desarma a Antoine, sino también a ti mismo. En este capítulo solo me vino partes de una canción que no recuerdo su nombre dice, "puedes en la vida a todo enfrentar, pero una lágrima te podría desarmar", tal cual paso en este capítulo; en el capítulo ocho aparece una flor. Una flor caprichosa. Cuando el Principito habla de ella, lo hace con nostalgia. La dejo por las palabras que le dijo, sin tomar en cuenta sus actos. Casi parece como a alguien cuando comienza a enamorarse de otro alguien; orgullo. En el capítulo nueve vemos que el orgullo muchas veces nos hace hacer cosas tontas, perder otras. A veces tienes que dejar el orgullo atrás para tener lo que quieres o a quien quieres.

Ya luego podemos ver todos los planetas que visita el Principito, y todos los adultos que se encuentran allí. Cada uno es diferente, pero tienen en común una cosa “no tiene sentido las cosas que hacen”. Aquí podemos ver lo aburrido de nuestro mundo, luchar por ser serios nos hace estúpidos. A medida que vas creciendo te vuelves cada vez más estúpidos, pierdes la magia de soñar en alcanzar las estrellas..

Al llegar a la tierra el Principito se encuentra con varias cosas mientras busca humanos, una serpiente que le dice ser más poderosa que un rey, una flor solitaria en medio de un desierto, una montaña muy alta con un eco vacío; una jardín de rosas que lo hacen sentir vacío al saber que eran igual a su flor, la cual él pensaba era única en su especie; una linda zorrita a la cual doméstica creando lazos con ella. Esta última coincidencia con la zorra le hace ver que su pequeña rosa es única por el simple hecho de tener lazos con ella.

Después solo me deje llevar por la lectura. Deje de leerlo para hacer una crítica, porque me atrapo. No solo lo leí, lo sentí. Este es un libro que puede hacerte llorar o reír, con tanta facilidad. Es dulce, pero no como un caramelo, sino como una caricia. La caricia más tierna que hayas sentido, es esta lectura. El final puede hacerte pensar que murió, aunque te el Principito claramente dijo que no. Si piensas como un adulto, pensaras que el Principito era un niño que murió. Pero yo creo que él está en alguna de las estrellas del cielo. .