URBANO
Nos atrapa el murmullo,
cuando competimos con sombras al andar,
ahogándose de baratijas las calles,
quienes asaltan miradas en su celada insinuante.
Dulce y frágil tomo su mano,
Y sigzageante abrimos calles para la luz,
sonriendo entre penumbras y sombras;
preñados de sol,
cantamos a una muchedumbre sumida
en la oscuridad de un nuevo siglo.
Mientras desandamos kilómetros,
la mentira de una época que agoniza al nacer
libera sus sabuesos en busca del ser;
no quiere sol, color y ver;
es la batalla del no ser
con sus tormenta de odio, extravío e indiferencia.
Canto y Luz somos en un nuevo siglo,
si sacamos los rayos escondidos tras
los rascacielos del alma
reverdeciendo el imaginario
con sus rituales y sueños.