El elefante sumiso
Muchas veces nos dejamos estancar por las experiencias que vivimos en nuestra vida, pero es por ello que traigo esta gran reflexión para todos los Steemians:
Cuando era chico me encantaban los circos. Lo que más me gustaba eran los animales, y mi preferido era el elefante. durante la función, la enorme bestia impresionaba a todos por su peso, su tamaño y su descomunal fuerzo. Pero, después de la actuación y hasta un rato antes de volver a escenario, uno podía encontrar al elefante detrás de la carpa principal, con una parta encadenada a una pequeña estaca clavada en el suelo. La estaca era solo un minúsculo pedazo de madera, apenas enterrado superficialmente. Y aunque la cadena era gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal, capaz de arrancar un árbol de cuajo, podría arrancar y huir. el misterio era evidente: ¿por qué el elefante no huía, si podría arrancar la estaca con el mismo esfuerzo que yo necesitaría para romper un fósforo?.
Tenía 7 u 8 años, y todavía confiaba en la sabiduría de los mayores. Pregunté entonces a mis padres, maestros tíos, buscando respuesta a ese misterio. No obtuve una coherente. Alguien me explicó que el elefante no escapaba porque estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Y si está amaestrado , ¿por qué lo encadenan?. No recuerdo haber recibido ninguna explicación satisfactoria.
Con el tiempo olvidé el misterio del elefante y de la estaca, y solo lo recordaba cuando me encontraba con personas que me daban respuestas incoherentes, por salir del paso, y, un par de veces, con personas que se habían hecho la misma pregunta. Hasta que hace unos días me encontré con una persona, lo suficientemente sabia, que me dio una respuesta que al fin me satisfizo: el elefante no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida desde que era muy pequeño.
Cerré los ojos y me imaginé al elefantito, con solo unos días de nacido, sujeto a la estaca. Estoy seguro que en aquel momento empujó y sacudió tratando de soltarse. y a pesar de todo su esfuerzo no pudo hacerlo: la estaca era muy fuerte para él. Podría jurar que el primer día se durmió agotado por el esfuerzo infructuoso , y que al día siguiente volvió a probar, y también al otro y al demás allá... Hasta que un día, un terrible día, el animal aceptó su impotencia y se resigno a su destino. Dejó de luchar.
Este elefante enorme y poderoso no escapa por creer que no puede hacerlo. tiene grabado en la mente el recuerdo de sus inútiles esfuerzos de entonces , y ha dejado de luchar. nunca más trató de poner a prueba su fuerza.
Cada uno de nosotros es un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. creemos que no podemos con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente esas palabras: no puedo, nunca podré. La única manera de saber cuales son nuestras limitaciones ahora es intentar de nuevo, poniendo en ello todo el corazón.
Enlace
El cerebro es el órgano más obediente que existe, si te enfocas en no poder así será, no podrás. en cambio si te enfocas en si poder ¿adivina?, si podrás. Siempre enfócate en lo que quieres y no en las limitaciones.
Fuente del texto: la culpa es de la vaca.
Cada uno de nosotros es un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas que nos restan libertad. creemos que no podemos con un montón de cosas, simplemente porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestra mente esas palabras: no puedo, nunca podré. La única manera de saber cuales son nuestras limitaciones ahora es intentar de nuevo, poniendo en ello todo el corazón.
El cerebro es el órgano más obediente que existe, si te enfocas en no poder así será, no podrás. en cambio si te enfocas en si poder ¿adivina?, si podrás. Siempre enfócate en lo que quieres y no en las limitaciones.
Muy buena reflexión! Algo q nos debe impulsar a salir de nuestra zona de confort a diario. La libertad es algo q se conquista día a día. Gracias por tu aporte bro! Saludos