Dedicado a los malos días, de esos en los que te levantas y no hay papel en el baño… o peor aún en esos días que vas a la cocina y te das cuenta que se acabó el café; esos días pueden salvarte la vida.

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Mis estimados:

Es un placer saludarles nuevamente, hoy es domingo y he cambiado de opinión con respecto a ellos de una forma radical, sin embargo, no tocaré el tema de los domingos. En este día de pereza extrema y aburrimiento orgánico, les hablaré sobre algo bastante común en mi vida: el mal humor.

¿Les ha pasado que tuvieron una mala noche porque a los vecinos les dió por tener una fiesta de locura hasta las 5 a.m.?... De paso, ya son las 6 a.m. y toca levantarse, pues hay parcial en la universidad, van al baño y no hay agua… así que se bañan con la cubeta de agua helada de hace tres días, la ropa que tenían planeado ponerse está sucia, entonces lo único que les queda limpio es el suéter que su abuela les regaló en navidad, por la lentitud propia del sueño se les hace tarde, el parcial es de mate, así que pasan por el kiosco y no hay ni empanadas, ni café y la cola para tomar el bus está de muerte…

Esa era la nomenclatura perfecta para poner mi día “de las mil rabias”, como solía denominarlos. Aunque les miento, con el simple hecho de que faltara café era suficiente para ponerme de malas, pues, hasta que no tomo café por las mañanas, no puedo decir que soy humana.

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Sin embargo, notaba que los días de p**a madre, eran los que terminaban saliendo mejores, por lo general explotaba el parcial con una nota altísima, hacía artículos buenísimos y de paso era súper activa participando en clase, pues la rabia que sentía, de cierta forma me ayudaba a “optimizar” mis pensamientos… los hacía más desinhibidos, no existía el filtro habitual entre el pensamiento y las palabras.

Por lo general sufro del llamado "mal humor", pues cualquier cosa me altera, bien sea al inicio del día, o al final… siempre algo termina pasando, que me molesta. Pero los mejores eran aquellos en los que amanecía con altas probabilidades de pasarla mal.

De hecho una fantasía muy predominante en mi vida, es el hecho de poder pasar un día feliz; sin que nada, ni nadie (sobre todo esto -NADIE-) lo perturbe.

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El punto está en que un día de estos leyendo en internet, me conseguí un artículo que hablaba sobre un estudio publicado en Personality and Individual Differences, el cual trataba de demostrar si el estado de ánimo influye como potenciador u obstaculizador de nuestras funciones diarias.

El resultado de esta investigación concluyó que aquellas personas que tienen un estado de ánimo negativo o “mal humor”, realizan las actividades de manera más óptima, pues su nivel de concentración es más elevado, que aquellas con estados de ánimo positivos.

Los investigadores que llevaron a cabo el estudio afirman que “el mal humor nos hace pensar de manera más analítica, prestando atención a los pequeños detalles y distrayéndonos menos en asuntos de poca relevancia”.

¡Gracias, vida, por darme éste genio!

Entonces roguémosle al destino que nos mande más días malos, para ser exageradamente productivos (es broma).

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Los 5 mejores tips para optimizar tu tiempo o tu día

Puede que los días de p**a madre sean los mejores, pero estemos claros que no contamos con la suerte de tenerlos a diario (¡Menos mal que es así!), es por ello que acá te dejo los mejores tips para optimizar tu tiempo y tener días más productivos.

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1. Haz lo que te haga sentir bien y vuélvelo tu hábito más grandioso.

Hay quienes hacen ejercicio, otros tienen sexo, muchos practican yoga y algunos tantos leen el periódico. Lo cierto es que todos los seres humanos en el mundo somos diferentes, por eso no podemos tener un hábito general.

Hace días leía un libro que tiene mi madre y decía que “hacer ejercicios al levantarte es la mejor rutina del mundo”… puede que lo sea para muchas personas, pero para mí no, yo prefiero hacer ejercicios al final del día y también es válido. En particular lo que más me gusta al levantarme es tomar café “con leche y bien espumoso, por favor”.

Entonces, sí, se trata de eso, encuentra tu mejor habito, algo que te haga sentir genial y conviértelo en una rutina… esa sí es la mejor forma de comenzar una mañana.

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2. Planifica tu día: haz listas de tareas

No hablo de la típica agenda de “8:00 a.m. salir a trotar, 8:30 a.m. estudiar física, 9:00 a.m. llevar la Tablet a reparar” en mi opinión esas tipo de planificación tiende al fracaso (y mis sinceras disculpas a los obsesivos compulsivos, pues sé que ellos si las cumplen al pie de la letra), porque no tenemos control sobre todo lo que pasará, entonces una pequeña falla en el día temina dañando el día entero.

Entonces por eso tiendo a ser fanática de las listar de tareas; poer ejemplo:

Cosas por hacer el lunes 6 de agosto
1- terminar los 5 artículos de Halloween
2- hacer ejercicios
3- Salir a hacer mercado
4- Editar la novela (entrega el sábado 11)

Creo que hacer listas de tareas y cumplirlas a medida el día vaya transcurriendo es más efectivo, bueno en mi caso. Creo que al fin y al cabo por eso es que soy FreeLancer.

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3. Aprende a decir que “NO”

Y esto es muy importante, pues no sé ustedes, pero yo tengo la tendencia de tener personas a mi lado que piensan que ellos hacen el trabajo más importante del mundo, entonces las ocupaciones comunes te las dejan a ti… eso me molesta. Yo hace años aprendí a decir que no, con esto no quiero decir que no vas a hacer favores importantes, pero primero analiza si realmente puedes hacerlo, si eso no limita tus propias actividades y si con el hecho de realizar esas actividades no te sientes presionado.

No odies decepcionar a los demás, mejor comienza a odiar el hecho de decepcionarte a ti mismo. No estamos en esta vida para complacer a los demás.

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4. Aprovecha las herramientas

Sinceramente todo en esta vida puede representar una herramienta, depende de quién seas como ser humano. Y utilizar herramientas no está mal, por lo menos yo anoto ¡tooodo! siento que mi tiempo es muy preciado para estar minutos… y hasta horas, tratando de recordar algo que olvidé, mientras el reloj sigue avanzando. El hecho de anotar todo optimiza mi tiempo y hace que reduzca el estrés.

Analiza cuáles son las herramientas que necesitas en el día a día para perder menos tiempo y comienza a utilizarlas cuanto antes.

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5. ¡Empieza YA!

Si, a mí también me pasa, y es que procrastino mucho. Pero en mi experiencia te puedo decir que todo va mejor, cuando dejo de pensar en la inmortalidad del cangrejo y me pongo a hacer de una vez las cosas que debo hacer, sin pensarlo mucho, yendo directo al grano.

Ya diría el refrán “no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”… no sabes cuánta verdad hay en ese dicho popular, pues al final nos pesa, todas la vueltas que damos para comenzar.

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Mis estimados lectores, eso fue todo por hoy, espero y mis tips les sirvan a ustedes también. Si tienen algo estupendo en su vida para optimizar sus días, pues no olviden mencionarlo en los comentarios. Recuerden también que sus feedbacks son bien recibidos.

Me despido enviándoles un fuerte abrazo en la distancia.

Siempre suya y con amor @LizDeLuca

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