¡CÓMO EVITAR PROLAPSOS E INCONTINENCIA URINARIA SIN MUCHO ESFUERZO!
Si bien el prolapso de órganos pélvicos y la incontinencia de orina no ponen en peligro la vida de las pacientes, ciertamente afectan mucho su calidad de vida. El prolapso es el descenso de las paredes vaginales y/o el útero, los cuales comienzan a asomarse a través de la entrada de la vagina y ocasionan sensación de peso, molestia por roce, alteración de la sexualidad, etc. Algunas veces el descenso es severo y toda la vagina y el útero se encuentran afuera.
La incontinencia de esfuerzo es la pérdida involuntaria de orina al realizar un esfuerzo físico, ya sea levantar un peso, reír, estornudar o toser. Esto es muy incómodo pues la orina moja la ropa y genera un olor desagradable obligando a las pacientes a usar toallas sanitarias o pañales.
Las cirugías para corregir estos problemas tienen una tasa de éxito de aproximadamente 80%; quiere decir que un porcentaje nada despreciable de pacientes quedan con el mismo problema o recaen al tiempo
Existen unos ejercicios, muy fáciles de hacer, dirigidos a fortalecer el piso pélvico, específicamente a un músculo que se llama el elevador del ano, sobre el cual descansan la vejiga, la uretra, la vagina, el útero y el recto. Este músculo tapiza todo el piso pélvico y le da sostén a todos estos órganos. En la medida que este músculo se encuentre sano y fuerte, se pueden evitar estos prolapsos e incontinencia, no solo urinaria, sino otra más grave que es la fecal.
Estos ejercicios son conocidos en el mundo occidental como los ejercicios de Kegel. Sin embargo, fueron los chinos, hace más de 10.000 años, quienes describieron por primera vez estos ejercicios. Ellos notaron que los venados eran animales muy prolíficos, que podían tener sexo con alta frecuencia. Se dedicaron a observar sus hábitos diarios por mucho tiempo para ver si podían incrementar el poder sexual en los humanos masculinos. Ellos observaron que el venado contraía con frecuencia sus músculos anales a lo largo del día y decidieron adoptar esa práctica para incrementar su potencia sexual. El Dr. Kegel en 1948 lo que hizo fue mostrarle esos ejercicios chinos al mundo occidental e incorporar una serie de dispositivos de diferente tamaño para ser insertados en la vagina y mejorar así la sensación durante el ejercicio.
Los ejercicios del piso pélvico o ejercicios de Kegel han demostrado mejorar la incontinencia urinaria en el 80% de las pacientes y constituyen la primera línea de tratamiento de la misma. En relación al prolapso de órganos pélvicos, la evidencia apunta a que en estadios iniciales, estos ejercicios pueden evitar la progresión del prolapso y en algunos casos hasta reducir los mismos. Más aún, si estos ejercicios son realizados por las mujeres desde su juventud, la probabilidad de desarrollar prolapso o incontinencia se reduciría al mínimo.
¿Cómo debes hacer estos ejercicios?
La hipertrofia del músculo elevador del ano se logra en aproximadamente 15 semanas de ejercicio. Hay descritas unas 100 maneras de hacer estos ejercicios. Yo les voy a enseñar lo que hacemos en el Hospital Universitario de Caracas, en la consulta de piso pélvico. Normalmente yo les hago un tacto a las pacientes para sentir cómo lo hacen, pero usted puede hacerlo con o sin la introducción de los dedos en la vagina para sentir la contracción.
En cualquier posición, colóquese relajada y contraiga su vagina. La sensación es que el ano se eleva cuando usted hace el ejercicio correctamente. Esté muy pendiente de no usar los glúteos o los abdominales. Estos se llaman músculos “parásitos” que no deben contraerse durante el ejercicio. Si tiene dificultad para identificar cual músculo debe contraer, cierre los ojos e imagínese que está orinando y desea detener el chorro de orina súbitamente. Para hacer eso usted debe contraer el elevador del ano. Esto no quiere decir que lo va a hacer mientras orine, es un error frecuente, solo imagínese ese momento. Una vez que usted logre hacer el ejercicio va a distinguir dos tipos de contracciones: las rápidas y las sostenidas. Las rápidas se hacen contrayendo y relajando rápidamente; las sostenidas se logran contrayendo y manteniendo esa contracción el mayor tiempo posible. Con el tiempo usted logrará contar hasta 10 antes de relajar. Cada día deben hacerse 15 contracciones rápidas y 15 sostenidas, lo cual suma 30 y repetir eso 3 veces al día para un total de 90 contracciones diarias. Estos ejercicios son especialmente importantes durante el embarazo y después del parto o cesárea.
Los ejercicios son muy fáciles de hacer una vez que se aprenden. El problema es recordarse de hacerlos pues son muy efectivos solo si se realizan diarios y 3 veces al día. Usted puede colocar una alarma en su teléfono como recordatorio o pegar un papel en el fregadero si usted es ama de casa y debe fregar los platos al menos 3 veces al día, o elegir el método de recordatorio que más se ajuste a su vida diaria.