El arroz con leche es, en muchos lugares del mundo, más que un postre una tradición que asociamos con la auténtica imagen de nuestro hogar; y podríamos decir que cada familia, cada mamá tiene su propia receta o, al menos su propio toque personal para prepararla. Mi madre, por ejemplo, lo servía tibio y con azúcar granulada por encima y a mí me encantaba.

Hoy en día, sigo disfrutando esa receta pero ahora que yo también soy mamá me atreví a darle mi propio toque personal al arroz con leche que preparo para mi familia y lo llamo arroz con leche cremoso. La receta comienza como casi todas: una taza de arroz que pongo a hervir en un litro de leche muy concentrada que preparo yo misma con leche en polvo. Después le agrego azúcar y lo dejo hervir hasta que comienza a espesar.

Mi toque personal consiste en agregar una yema de huevo poco tiempo antes de retirar el arroz del fuego. Este es un paso muy delicado, es necesario batir la yema de huevo y luego agregarla al arroz muy lentamente en forma de hilo, al tiempo que se revuelve. Se deja unos minutos a fuego muy lento, sin dejar de revolver hasta que obtenga una consistencia cremosa, se retira del fuego y se le agrega una cucharadita de mantequilla y una de vainilla.

Esta receta reúne el sabor tradicional del arroz con leche y la exquisita textura de la crema pastelera, una combinación suntuosa y nutritiva que, con seguridad, se convertirá en el postre favorito de toda la familia.

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