Empecemos desde el principio.

Este es un artículo que bajo el nombre de LaHuestia, escribí hace un tiempo para el portal: www.elmonasterio.org

Es difícil vivir demasiado dormido, demasiado despierto.

¿Durmiendo o despertando?

¿Eres un ángel? No- respondió-¿Acaso un santo? No- respondió- ¿Entonces qué eres? Respondió el Buda: -Estoy despierto-”

Hace ya años tengo buscando cual sería esa diferencia crucial que te permite identificar entre alguien que ha despertado y quien aun sigue en sus sueños. Entonces pense: ¿Son acaso sus habilidades extrasensoriales?. ¿Grado de cultura? ¿Su capacidad empática? -Incluso llegue a pensar que era su supuesta benevolencia para con los demás- ¿Su auto control? ¿Su paradigma y/o sistema de creencias? ¿Su aparente libertad para moverse en su entorno? ¿Su conocimiento en movimientos espirituales y de supuesta trascendencia como ser humano? ¿Su capacidad para aceptar la verdad tal cual es? ¿Su falta de orgullo? ¿Su valentía? ¿Sus prácticas ascetas?

Cada vez confirmo más y más que no se podría tratar de habilidades terrenales superfluas las que hacen que un individuo carezca o no de la conciencia despierta.

En general, en muchas religiones y escuelas filosóficas se les ha llamado despiertos a aquellos seres los cuales han alcanzado amasar un mayor estado de conciencia de todas las cosas que existen en comparacion con el resto del vulgo. Abiertos, iluminados, atormentados, o como quieran llamarles son personas que deambulan por esta tierra con un sentido del remordimiento mucho más desarrollado que la mayoría y por circustancias de su vida no han podido sumergirse por completo en la matrix de la existencia, específicamente en este margen social aunque podemos (si corremos con suerte) llegar a verlos como transeúntes cualquiera o despegados desde la ventana de los medios de comunicación. Estos ya se han dado cuenta que este mundo es solo ilusion y para aumentar esta disociacion con el sistema estan concientes de la mutabilidad del yo. Todo cambia excepto el cambio mismo. Todo muere y es temporal, nada es para siempre; todo terminara siendo destruido.

Los despiertos, a diferencia de aquellos a los que particularmente me agrada llamarles “zombies”
tienen en común que a pesar de estar entremezclados con el resto, saben muy bien que en el fondo nada de lo que vivimos es real. No es mas que un juego de rol. Un ensayo donde jugamos papeles por muy poco tiempo para pretender ser “alguien”. Estos individuos afirman con una amplia sonrisa que se dibuja en su interior que nada de esto es cierto, es solo una falacia que se nos ha inculcado. Saben que nuestros problemas y preocupaciones son inventadas.

La suma de todas las cosas de las cuales estan concientes los despiertos y su capacidad de aceptacion de la verdad es lo que les permite ir más alla, un dormido jamas podría. Su permanencia en el no reconocer las realidades de su interior es un freno inmenso para su desarrollo ya que el verdadero cambio es endógeno.

Siempre se ha dicho que los dormidos y los despiertos se les reconoce por la mirada y esto es algo de lo que ninguno puede escapar ya que a travez de ella te saludan los aspectos del interior . Un despierto reconocería a otro sin duda. Algunos dicen, bajo la creencia de vidas pasadas, que la esencia de lo que habemos aprendido en una existencia no los llevaremos consigo a la siguiente y eso es lo que produce que ciertos individuos a penas pisando este plano se diferencien con creces de los demás, y no precisamente por su grado de inteligencia.

Que son los dormidos.

Los durmientes son mucho más fáciles de manipular, estan vendidos a Satán y bendecidos por Loki, son la mayoría y no les importa nada mas que ser un peon más. Nunca podran evitar tegisversar a un despierto y no ven más alla de su nariz aunque Dios caminara frente a ellos no lo reconocerian. No estan concientes ni de los aspectos más básicos de su existencia puesto en su supuesta felicidad ya encontraron respuesta y se hacen pocas preguntas. Estan inmersos en su insignificante tunel de realidad y ni en sueños buscarían estar en el del otro.

Los dormidos no mantienen una conciencia activa. Son los hijos mimados de la ignorancia. Viven en sus sueños, no escuchan y por más que alguien mas despierto les explique no pueden enteder puesto yacen en coma.

A excepcion de unos contados hombres que han alcanzado luego de mucho trabajo su despertar, no hay dormidos ni despiertos absolutos como tal. Los que se matienen despiertos a penas podría decirse que tienen medio ojo abierto, pero los dormidos, los dormidos estan roncando y actuan cual autómatas por el ego. Poco son dueños de sus actos y realmente poco les interesa ser libres ya que se han auto realizado cubriendo sus necesidades innecesarias de poder, prestigio, material y adulación. Y si no han conseguido ninguna de estas, peor aun, dedican toda su energía y lo que les queda de vida estando demasiado ocupados por obtenerlo. Al dormido le gusta seguir nadando en el mar onírico de los dogmas, autoengaños, vicios, y vueltas.

Un despierto se conoce realmente a si mismo, sabe y comprende la realidad de su entorno, por ello sabe como actuar. Un dormido desconoce todo esto.

“

Qué hacer para despertar?

Una vez que te has hecho conciente de alguna realidad no puedes volver a pretender que la desconoces. Lo único que te quedaría es engañarte a ti mismo. ¿Las maneras de despertar? Infinitas pero todas tienen algo en común y es que no por menos siempre se ha dicho que el fuego purifica, que el dolor es un disparador de remordimiento produciendo que el doliente abra los ojos de golpe.

Hay ciertos episodios donde todos nos sentimos bruscamente interrumpidos por nuestros sueños. Un claro ejemplo de esto son todas esas veces en las cuales recibimos algun impacto duro de la vida lo cual entrando en pánico y bañados en dolor nos hace retractarnos de nuestro comportamiento y ver por una vez en mucho las cosas más claras. Es una sensación inmensa de desrrealización donde todo se observa más nítido y al recordar esta el típico pensamiento de: “que estupido fui”. Naturalmente la mayoría de las personas no corrigen su comportamiento y continuan en sus andanzas junto a Morfeo.

Esa “chispa” que le llaman a esa pequeña luz que nos guia y que todos tenemos dentro, llamemosle conocimiento intuitivo, luz, pizca de dios, (algunos solo remordimiento) es lo que se supone que no debemos dejar de lado nunca ni detenernos en hacerle caso a sus avisos, no lo debemos tapar por más que las circustancias hagan que esto suceda.

Para cerrar una frase:

“La mejor forma de despertar es hacerlo sin preocuparse porque nuestros actos incomoden a quienes duermen al lado”. Indio Quechua.

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