La cueva de Asmerk

En el valle de primtieckpumbs, estaba viviendo un oso gigante, cazando el desayuno como en la mayoría de sus días, salmon fresco; lo disfrutaba tranquilo al borde de una roca, apreciando la brisa  del rió, que posaba frente a el, al rato salio de allí y se encontró en un camino de hiervas a mitad del bosque, era primavera y a su alrededor yacían hermosas variedades de flores, que desprendían un aroma de paz y abrigo; el oso sacudiendo su pelo siguió la ruta, que veía en el suelo, como si se tratase de algo bien elaborado. En su recorrido el bosque fue tornándose silencioso y neblinoso; aquél resplandor despampanante del sol se aminoro, con un pequeño rayo de luz que se veía, al atravesar un mínimo espacio que la niebla a este le permitió.

Al momento en su andar, se topo con muchas hojas secas, debajo de sus patas, el sonido que generaban sus patas haciendo contacto con estas cambiaron de cierto modo el animo de aquel oso  

Ya no era aquella tranquilidad paz y seguridad que el oso sentía mucho tiempo atrás.

Siguiendo su viaje por plenos instintos, se encontró de frente con unas rocas de dos metros de altura, que bordeaban su camino, para que siguiera una sola dirección, el oso sin saber que camino tomar, encontró que a su horizonte algo estaba humeando y despertaba su zona olfativa, sin mediar el lugar siguió al frente, encontrándose en un llano de arboles secos, hierva seca, con un panorama totalmente gris y tenue donde en algunos sitios del lugar, existía una especie de agujeros que desprendían un fétido olor verdoso, muy lejos de aquel olor por el cual el oso fue motivado.

Andando con pasos nerviosos el oso se aproximaba, a lo que había visto, al ver el lugar se fue encontrando cada vez, con formas de arboles que no parecían arboles, eran como unas estructuras metálicas llena de enredaderas secas que las arropaban hasta llegar al suelo, estas estaban huecas con formas perfectamente cuadradas, atrás del oso solo hacia un viento gélido y un presentimiento como si alguien le estuviese observando, cuando el oso estaba apunto de llegar, a pocos metros de la luz, un sonido rechinan-te despertó el silencio del lugar y con el mecanismo de una cuerda, se activo un sistema que cerro la jaula en la cual posaba el oso, solo aquel pobre oso alcanzo a mirar a un costado en un árbol el letrero que decía 

Welcome to Asmerk's cave